Según señaló a Europa Press la responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace, Sara del Río, es "una nueva prueba más de que las condiciones de trabajo dentro del vertedero son irregulares". Además, pide que la Junta "deje de defender a la empresa contra viento y marea y entre para ver cómo se trabaja y cómo se incumple la Autorización Ambiental Integrada, analizando cómo se realiza el traslado de residuos y el tratamiento qué se da". En este sentido, apuntó que se si hiciera esta inspección "se encontrarían más irregularidades". Este vertido, unido al incendio acaecido el pasado mes de abril, son razones "más que suficientes para paralizar las operaciones dentro del vertedero y que se aclaren estos términos".
Refuerzo en el control
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente anunció ayer que intensificará el control que ya ejerce sobre el funcionamiento de las instalaciones del vertedero de Nerva mediante un protocolo de vigilancia permanente para evitar cualquier tipo de incidencia ambiental relacionada con la calidad del aire, del agua o del suelo en la zona. De este modo, agentes de medio ambiente someterán las citadas instalaciones a un continuo y estricto control, que se suma a las habituales.
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