Según explica el aún gerente del cine, David Cobo, ese mismo día la empresa notificó la decisión a los cuatro trabajadores, tres de los cuales ya han sido despedidos. Ni siquiera la inyección económica de la Universidad de Jaén, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Jaén, única administración que no cumplió el compromiso y que ha dejado una deuda de 60.000 euros, según explica el aún gerente, han podido salvar al heredero del viejo Teatro Cervantes, del que sólo quedó su nombre en este cine. “La sala era totalmente deficitaria. Las semanas más fuertes apenas entraban en los siete días 300 personas. La mayoría de los días estaba vacía”, explica el gerente David Cobo, que duda que incluso teniendo exclusividad en las películas que se proyectasen sería rentable. La ciudad se queda también sin el escenario de los distintos Encuentros que programa Diputación.
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