En esa misma operación también fueron detenidos otros cinco jóvenes, que han sido condenados por delitos contra la salud pública.
Un juzgado de Motril ha condenado a un vecino de Almuñécar (Granada) a pagar una multa de 180 euros por sustraer una cámara de vídeo que la Guardia Civil había instalado en plena calle, dentro de un dispositivo de seguimiento a un grupo de jóvenes de la localidad que vendía hachís.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el condenado, E.R.S., también deberá de indemnizar con 100 euros a la Dirección General de la Guardia Civil, al ser el valor en el que fue tasada la cámara de vídeo sustraída y no recuperada.
En esa misma operación también fueron detenidos otros cinco jóvenes, que han sido condenados a algo más de tres meses de prisión y al pago de 100 euros de multa cada uno, por sendos delitos contra la salud pública en sustancias que no causan daño a la salud.
Los hechos ocurrieron tras tener conocimiento la Guardia Civil de Almuñécar de la existencia de un punto importante de venta de hachís al menudeo en la barriada de la Concepción de esta localidad.
Los agentes decidieron establecer un dispositivo de vigilancia y control, a través de guardias apostados en la zona que pudieron hacer incluso fotografías desde puntos cercanos y también posteriormente, del 22 al 27 de abril del 2005, con la colocación de un sistema de vídeo-grabación.
Mediante este sistema, la Guardia Civil consiguió grabar diferentes ventas de hachís realizadas por los acusados.
Además, el fallo considera probado que el 27 de abril de 2005 E.R.S. sustrajo la cámara de vídeo que habían instalado los agentes para vigilar la zona.