Palabras como "casapuerta", "candié", "bistec", "babuchas", "escamondao", "desguince", "mantecao" han sido parte del lenguaje diario en Cádiz durante generaciones. Sin embargo, para muchos jóvenes, su significado es casi un enigma. "¿Qué significa Josifa?", pregunta un joven, a lo que un mayor responde con humor: "La respuesta tiene guasa eh, es limpiar".El intercambio provoca risas, y los más jóvenes empiezan a usar el nuevo término: "Josifar". "Mira, ya sé lo que voy a hacer este fin de semana... ¡Me voy a quedar josifando!", bromea otro joven entre carcajadas.
A pesar de que estas palabras se están perdiendo poco a poco, los gaditanos más mayores se resisten a dejarlas desaparecer. "¡Eso es de Cádiz, carajo!", exclama un pescadero en el mercado mientras que otro habla del "candié", un combinado alcohólico que daban a niños débiles para espabilarles o abrirles el apetito, que además, como asegura otro hombre, "se tomaba para aclarar la voz en el Carnaval de Cádiz".
Estas y otras expresiones, como "botica" (farmacia), se escuchan cada vez menos en las calles. Las nuevas generaciones han adoptado un lenguaje más tecnológico, lleno de términos importados de las redes sociales. "No hay quien los entienda", comenta una abuela. "Tengo que preguntarle a mi hija para que me traduzca lo que dice mi nieto", nos comenta, mientras nos explica el significado de otra palabra como "partidito", que se refiere a un piso muy pequeño compuesto por una azotea, dos habitaciones y un aseo.
Una pérdida que los de 'Cadi-Cadi' no aceptan: "Si perdemos esas expresiones, perdemos nuestra identidad", afirma con firmeza un vecino. Sin embargo, la realidad es que, mientras palabras como "chochete", "bastinazo", "picha" y "quillo" siguen vivas, muchas otras están quedando en el olvido. "Pajareta, me suena a alguien loco", comenta un joven, claramente confundido. Tras una breve explicación, descubre que el término correcto es "majareta", mientras que "pajareta" en realidad se refiere a un muro.
Por eso, en algunos rincones de la ciudad se están haciendo esfuerzos por rescatar estos vocablos en peligro de extinción. Un claro ejemplo es el bar Biruji, en pleno Paseo Marítimo, donde las paredes están impregnadas con expresiones típicas gaditanas. Allí, solo queda estar 'aliquindoy', aprovechar la 'collá' y, con un poco de suerte, disfrutar de alguna 'conviá', para seguir celebrando la riqueza lingüística de Cádiz.
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