Una vez que la familia consiga personarse como acusación particular pedirá el ingreso en prisión de la pareja
La familia de Alejandro F., el niño de seis años cuyo cadáver fue hallado en la parte trasera del inmueble donde vivía, en el barrio granadino de Almanjáyar, se personará en los próximos días como acusación particular en la causa judicial abierta y recurrirá la puesta en libertad del matrimonio detenido por su presunta implicación en la muerte del menor.
Así lo ha explicado a Europa Press el abogado de la familia, Ángel Linares, que además prevé informarse en el Juzgado de Menores si la hija del matrimonio, que según la investigación ha admitido ante la Fiscalía de Menores su participación en el suceso, está implicada. De hecho, la familia desconoce si la menor ha sido trasladada a un centro de menores porque la custodia le fue retirada a sus padres o "como medida cautelar". "Queremos personarnos como acusación particular en los dos procedimientos, si es que los hay, para poder tener acceso a toda la información al respecto", ha señalado el letrado.
Una vez que la familia consiga personarse como acusación particular pedirá el ingreso en prisión de la pareja y su comparecencia de nuevo ya que en su declaración ante la juez su abogado no ha podido estar presente.
Todo, después de que el Juzgado de Instrucción 3 de Granada, que ha decretado el secreto de sumario de esta causa, haya puesto en libertad al matrimonio aunque manteniendo su imputación por un posible delito de homicidio, y de que se haya hecho público que la hija de la pareja ha admitido ante la Fiscalía de Menores que participó en el suceso. De hecho, según fuentes de la investigación, el matrimonio ha asegurado ante la Policía que no se encontraba en el domicilio en el momento en el que se produjeron los hechos, y que era la niña la que estaba presente.
La menor, que tiene doce años y vivía con sus padres en el mismo edificio que la víctima, reconoció su participación ante el fiscal antes de regresar a un centro de protección de menores de la Junta de Andalucía aunque no ha trascendido si fue un accidente, una imprudencia o una acción intencionada, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación. No obstante, los investigadores siguen sin descartar ninguna hipótesis y manejan la posibilidad de que la niña se autoinculpara para encubrir a su madre, que es adicta a las drogas.
La niña se fugó el 5 de abril del centro de protección de menores en el que estaba ingresa y la Fiscalía de Menores dispuso tras la muerte del niño, Alejandro F., que retornase a este lugar hasta determinar a través de la investigación policial y judicial qué ocurrió para que se precipitase por la ventana del edificio en el que vivía después de que ella le fuese a buscar para jugar.
Sus padres, una mujer de 36 años y un hombre de 54, han pasado en la mañana de este viernes a disposición judicial. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía han informado de que el varón, con antecedentes policiales, pertenece al clan de 'El Marce', el recluso que asesinó a dos guardias civiles en 1985 en la antigua prisión provincial de Granada cuando intentaba escapar. Según adelanta el diario 'Granada Hoy', el detenido es hermano de este hombre ya fallecido, llamado Antonio Maya.
CLAMORES DE JUSTICIA
El cuerpo del pequeño Alejandro F. recibió sepultura este jueves entre lamentos y clamores de justicia de los centenares de familiares y amigos desplazados hasta el cementerio municipal de San José para darle el último adiós.
La escena más dolorosa se produjo cuando la madre del pequeño, presa de un ataque de nervios, se dirigió a los medios de comunicación allí congregados para clamar que los detenidos "se pudran en una cárcel porque --ha dicho-- se han llevado a mi niño" y "han matado a su padre".
Posteriormente, familiares y amigos se concentraron en los juzgados de La Caleta para pedir justicia y se mostraron dispuestos incluso a apoyar económicamente a la familia para que pueda costearse un abogado particular.
La autopsia practicada al cadáver determina que el niño murió a causa de la caída sufrida desde el inmueble, que le provocó un "traumatismo craneoencefálico y una hemorragia cerebral", según han informado fuentes de la familia.
El documento confirma que el niño "estaba vivo antes" de precipitarse al vacío, aunque aún queda por determinar si cayó por accidente o fue arrojado de forma intencionada.