Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil han detenido a un hombre en relación con la muerte, ocurrida el pasado mes de enero en Montoro (Córdoba), de un hombre de 69 años, cuyo cadáver, que presentaba amputaciones en algunas extremidades, fue hallado en su vivienda, situada en las afueras de dicha localidad.
Según han confirmado fuentes de la Benemérita, esta detención se ha producido después de la investigación abierta por estos hechos y que han llevado, según publica en su edición de este jueves 'El Día de Córdoba', al arresto de un vecino de la propia localidad montoreña, M.P.R., de unos 37 años. El caso se encuentra bajo secreto de sumario, por lo que no han trascendido más datos en relación con la investigación, que sigue abierta y no se descarta que en los próximos días se practiquen más detenciones relacionadas con este caso.
La víctima, Miguel A. C., fue hallado muerto el pasado 17 de enero sobre las 11,00 horas en la parte trasera de su vivienda de la localidad de Montoro, situada en una zona de las afueras del casco urbano. Aunque en principio se pensó que podía haber sido un suicidio, las circunstancias en las que fue encontrado el cadáver apuntaban a que podría tratarse de un homicidio, ya que el cadáver apareció con amputaciones en distintas partes del cuerpo y según algunas fuentes colgado de una viga o soporte.
Desde que se produjo el hallazgo del cadáver de Miguel A. C., en cuyo rescate intervinieron efectivos del Parque Comarcal de Bomberos de la Diputación en Montoro y agentes de la Guardia Civil, la Policía Judicial abrió varias vías de investigación que han llevado a esta primera detención, de un hombre que podría estar implicado los hechos. Además, los investigadores llamaron a declarar a tres personas del entorno de la víctima para intentar aclarar las circunstancias de este suceso y para conocer los últimos movimientos de la víctima antes de su muerte.
Los móviles que se barajaban desde un principio iban desde el ajuste de cuentas hasta el robo, aunque algunas fuentes aseguran que en el lugar de los hechos se encontró dinero en efectivo, lo que descartaría la hipótesis de que se produjo un hurto que acabó en homicidio. Además, el hecho de que la víctima presentara numerosas heridas y amputaciones llevó a los agentes a sopesar si el cadáver podría haber sido ser objeto de ataques por algún animal. Miguel A. C. era una persona conocida en Montoro por su dedicación a la compraventa de ganado y objetos antiguos.