El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, sacó de nuevo ayer a relucir en su discurso del National Day una vieja polémica, el robo, por parte de Vox de uno de los famosos bloques de hormigón que, con supuestos fines medioambientales, situó en las aguas próximas al Peñón, que España reclama como suyas, y que también dificultaban faenar a pescadores españoles. El bloque fue sustraído en junio de 2014 por unos buzos, grabado en vídeo y reivindicado por la Fundación para la Defensa de la Nación Españolade (Denaes), y desde hace años luce expuesto como un trofeo en la sede nacional de Vox.
Uno de los líderes de Vox a nivel nacional, Javier Ortega Smith, ha sido perseguido judicialmente por Gibraltar por este motivo, llegando a contar con una orden de busca y captura, que, eso sí, solo afecta a su territorio, y el pescador Leoncio Fernández, a quien vinculaban con el caso también desde el Peñón, también fue citado por esta cuestión. El exaltado discurso del ministro principal se fue de madre en este punto, llegando el ministro principal a afirmar que había presentado una reclamación al gobierno español para que se devolviese dicho bloque. Picardo ha informado de esta reclamación y ha afirmado: “Vamos a traer de vuelta nuestro bloque”. “Nunca entregaremos ninguna parte de nuestra soberanía, jurisdicción o control”, por lo que “cuando uno de nuestros bienes soberanos ha sido robado... no descansaremos hasta recuperarlo, tome el tiempo que tome”, afirmó.
Toda esta parafernalia cuando se ultima la negociación del acuerdo entre Reino Unido, la Unión Europea y España sobre el encaje que tendrá la colonia británica tras el Brexit. “Solo firmaré un tratado cuando sea seguro... incluso si eso significa que lleva más tiempo. E incluso si eso significa que el trato nunca llega. Porque no vamos a cambiar nuestra posición sobre nuestros fundamentos”, dijo.
Durante el acto político celebrado en la plaza de Casemates, el ministro principal gibraltareño ha leído el mensaje enviado por el rey Carlos III al gobernador de Gibraltar, así como el mensaje del primer ministro británico, Keir Starmer.
Miles de gibraltareños disfrutaron de los actos del National Day en varios puntos de la colonia ataviados de rojo y blanco, los colores de la bandera del Peñón, para ensalzar esta efeméride relacionada con la aprobación de su constitución y deseo de autodeterminación. Actuaciones musicales, espectáculos infantiles y un acto político centraron la fiesta.
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