Según la organización política, el casco antiguo presenta distintas peculiaridades ya que, “mientras que la zona de El Cómpeta está muy habitada, en los aledaños de la plaza del Cabildo hasta San Pedro y Callejas el problema es lo contrario: la falta de población, su envejecimiento, el bajo poder adquisitivo de sus habitantes y el deterioro general de las viviendas”.
En concreto, durante la visita a El Cómpeta, los vecinos hicieron llegar sus quejas a IU sobre la falta de papeleras en todas las calles y la falta de limpieza por parte de los empleados públicos, “ya que las calles las barren los propios vecinos”.
Además, se quejan de la situación de abandono de la plaza de la calle Sefardíes, que se encuentra “llena de escombros”, y cuyas plantas y papeleras han sido colocadas por los propios vecinos, que reclaman a este respecto el acondicionamiento de la calle de acceso y su continuación hasta San Agustín.
Según IU, al accederse al casco antiguo por la Cuesta de Belén, se aprecia que la oficina de Turismo, en su nueva ubicación dentro del Centro de Interpretación, no tiene la indicación del acceso a personas discapacitadas, que se encuentra en la parte trasera del edificio. La situación de esta parte de la ciudad, que es conjunto artístico histórico monumental -recuerda IU- con especial Interés Turístico es “deprimente”.
“La suciedad y deterioro de sus fachadas ocultan la denominación de pueblo blanco y acentúa la diferencia entre las casas habitadas y cuidadas por sus vecinos y la situación de dejadez que permite nuestro Ayuntamiento de casas en estado de ruina, con solares convertidos en vertederos”, señalan desde la formación política.
Las mismas fuentes apuntan que “la situación de crisis no es excusa para que no se limpien las calles de una zona esencial para la industria turística”.
A todo, los vecinos que viven en esta zona se quejan de no tener ningún espacio adaptado para los juegos infantiles, y de que se ha perdido una ocasión para poder satisfacer esta demanda en la nueva plaza de la calle Murete.
En otro orden de cosas, se han hecho eco de las continuas quejas de los vecinos de las calles San Fernando y Puerto de Santa María sobre la falta de farolas y de limpieza en una zona con más de 180 viviendas habitadas.
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