Quienes viven en casas antiguas saben que estos espacios pueden ser maravillosos por muchos motivos, pero que, a la vez,
son estructuras que han sufrido el paso del tiempo y sobre las que hay que llevar a cabo un mantenimiento constante para que todo esté en perfecto estado.
Una de las mayores problemáticas de las casas antiguas es la aparición de humedades. Como explican los especialistas de
Iberdeco Humedades,
encontrarse con la pintura de paredes y techos levantados por la presencia de agua es algo muy común en viviendas con más de treinta años.
Afortunadamente,
tiene solución. Y también se puede prevenir si se siguen algunas de las recomendaciones que ofrecen estos profesionales con más de quince años de experiencia en el sector trabajando en distintos puntos de nuestro país.
¿Por qué hay humedades en mi casa antigua?
Los problemas de aislamiento son el gran reto al que deben enfrentarse los propietarios que viven en viviendas que se construyeron hace décadas.
En el pasado existía una
concienciación menor sobre la necesidad de aislar bien los muros y paredes. Y tampoco estaba perfectamente desarrollada la técnica para conseguir que el agua quedase contenida donde le corresponde.
Por otro lado,
se trabajaba con materiales mucho más porosos que ahora: las vigas de madera, el yeso o la piedra, tan presente en casas antiguas, son materiales que invitan al agua a colarse por donde quiera.
Por supuesto, la degradación de los distintos materiales y estructuras por
el paso del tiempo también puede tener un papel importante en la aparición de humedades en las casas antiguas.
Evitar la humedad en las casas antiguas
Sea cual sea el motivo, los propietarios o habitantes de este tipo de viviendas deberían estar permanentemente
atentos a la aparición de estas manchas de agua para actuar frente a ellas de inmediato.
Y no solo se trata de reparar lo que se ve: empresas como Iberdeco Humedades insisten en que lo fundamental es ir a la raíz del problema para solventarlo. ¿De qué manera? Estas son las actuaciones más habituales para evitar la humedad en una casa vieja.
Colocar sistemas de impermeabilidad
Una de las actuaciones más recurrentes es la de
impermeabilizar las paredes. Esto es útil en el caso de que las humedades se produzcan por
capilaridad y se consigue gracias a instalar barreras físicas que impiden el paso del agua.
Por ejemplo, se puede inyectar resina de polímero a las cubiertas de la casa, colocar mallas bajo las tejas o cambiar todo el tejado si está muy deteriorado.
Estas soluciones también pueden ser interesantes en el caso de que la humedad se produzca por
filtraciones.
Mejorar la ventilación
En muchos casos, las humedades se dan por
condensación dentro de las habitaciones. Esto provoca la aparición de microgotas de rocío que acaban por ser absorbidas por paredes, suelos y techos.
¿Cómo reducir el impacto de esta condensación?
Mejorando la ventilación de la vivienda o instalando
deshumidificadores que reduzcan la presencia de humedad en el cuarto afectado.
Estas son tan solo algunas de las fórmulas utilizadas para solucionar el problema de la humedad en las casas antiguas. Para casos más complejos es mejor ponerse en manos de
profesionales especializados, que estudiarán cada escenario y ofrecerán soluciones personalizadas.