Un éxito de taquilla este verano en China ha levantado un amplio debate en el país sobre el delicado estado del mercado laboral y las dificultades que afrontan miles de personas que trabajan como repartidores a domicilio en empleos temporales.
'Ni Xing Ren Sheng' (literalmente 'Una vida en sentido contrario', pero traducida al inglés como 'Upstream') ocupó el primer puesto de la taquilla china el día de su estreno, el 10 de agosto, al recaudar 38,7 millones de yuanes (5,4 millones de dólares).
Desde entonces, acumula unos 340 millones de yuanes (unos 48 millones de dólares), convirtiéndose en uno de los taquillazos del verano en el gigante asiático.
El director, Xu Zheng, conocido por sus papeles como actor cómico, narra la historia de un hombre de mediana edad, Gao, que es despedido de una tecnológica y se ve obligado a aceptar un empleo como repartidor de comida a domicilio para hacer frente a su hipoteca y a las facturas médicas de su padre enfermo.
Vestido con uniformes de color amarillo similares a los de la plataforma china Meituan, el protagonista ilustra una cruda realidad en el país, la de los repartidores que circulan contrarreloj con sus 'scooters' eléctricas para entregar pedidos a tiempo, llegando a ocasionar algunas veces aparatosos accidentes de tráfico.
También muestra cómo los repartidores tienen que lidiar con los comentarios negativos de los clientes o con el personal de seguridad, cuya estricta supervisión hace que a veces pierdan minutos muy valiosos cuando entran o salen de los edificios.
A veces, la realidad supera la ficción: la semana pasada, un repartidor dañó una valla en el centro de Hangzhou (sur) mientras se apresuraba a entregar un pedido. Los agentes impidieron que el conductor se fuera y le exigieron una compensación por los daños.
Un mercado laboral difícil
Pero, sobre todo, la trama ha llamado la atención del público chino por abordar no solo las presiones que afrontan los repartidores -que cobran menos de un dólar por entrega y apenas tienen tiempo para descansar- sino por tratar la incertidumbre del mercado laboral en una economía que no acaba de repuntar.
La baja demanda nacional e internacional, riesgos de deflación y estímulos insuficientes, junto una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo y una falta de confianza en el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar la delicada coyuntura por la que atraviesa la segunda mayor economía mundial.
El propio Foro de Desarrollo de China ha apuntado que el país corre el riesgo de estancarse en la llamada 'trampa del ingreso medio', un fenómeno común en economías que vienen de un crecimiento vertiginoso basado en la inversión.
"No es fácil encontrar un buen trabajo ahora. Lo sufrimos los jóvenes cualificados, pero muchos viven en casa de sus padres o vuelven a sus pueblos si no encuentran lo que buscan en las grandes ciudades. Pero mucha otra gente, como el protagonista, no tiene otra opción que aceptar trabajos con condiciones mucho peores a las que tenían antes", comenta a EFE Lin Yinyue, especialista en márketing.
Se trata de que "China empieza a ver algunos de los males que atacan a las economías desarrolladas. La sensación es que en Occidente hay una clase media menguante y aquí una que no se acaba de asentar".
"Después de años de crecimiento, pensábamos que las cosas siempre irían a mejor. De pronto, ese pensamiento ya no existe", apunta.
Debate en la red
Mientras, los internautas alaban en las redes el atrevimiento del filme: "Es muy realista. Representa de forma muy viva el problema de una generación que de pronto es vieja. Muchas empresas solo quieren contratar a menores de 35 años", comenta un usuario de Weibo, equivalente a X, donde los 'hashtags' relacionados han acumulado más de 1.400 millones de visitas.
"Hay gente que tiene que hacerse cargo de sus padres y de sus niños pequeños pero tienen trabajos mal pagados o directamente no tienen. Quiere llamar la atención sobre la precariedad del entorno laboral, una realidad que no aparece en ningún sitio", añade el internauta.
No obstante, la cinta también ha generado rechazos: "Trata sobre gente rica que interpreta a gente pobre y parece estar siempre glorificando el sufrimiento", critica otro.
Un repartidor comenta en las calles que ser 'rider' en China "es muy duro, tal y como se muestra en la película", sobre la que elogia que, pese a todas las penurias que narra, "termina con un final feliz que transmite esperanza".