La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a seis años de prisión a N.R., un hombre de 56 años que en 2008 asestó seis puñaladas a un compatriota con quien compartía una caseta en el paraje Las Salinas, en Roquetas de Mar (Almería) después de que el acusado, quien se enfrentaba a una vista oral con tribunal de jurado, mostrase conformidad con la pena que, finalmente, interesó la Fiscalía.
La sentencia de la Sección Tercera, a la que tuvo acceso Europa Press, considera a N.R. autor de un delito de homicidio aunque le aplica la atenuante no cualificada de embriaguez ya que, según se recoge en los hechos probados, había ingerido antes de iniciar la pelea con la víctima la mitad de un cartón de vino, lo que le provocó "una grave merma de sus capacidades volitivas e intelictivas" dada su "dependencia" del alcohol.
El Ministerio Público, que calificó inicialmente los hechos sin estimar la concurrencia de circunstancias atenuantes, modificó de doce a seis años de cárcel la pena interesada para el procesado aunque mantuvo el pago de una indemnización de 150.000 euros que también recoge el fallo.
Los hechos se produjeron en junio de 2008. De madrugada, ambos hombres, quienes habían estado conviviendo en una infravivienda de Roquetas de Mar, en estado ebrio, comenzaron una discusión cuyos motivos no se precisan. Durante el transcurso de la riña, N.R. cogió un cuchillo de cocina y asestó seis puñaladas en el pecho y la espalda a su compañero con el ánimo de acabar con su vida.
Según los informes de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Almería, de las seis puñaladas, dos de ellas alcanzaron órganos vitales de la víctima, de nacionalidad lituana. En concreto, una de las cuchilladas afectó a uno de los pulmones y otra al corazón, lo que le produjo la muerte por shock hipovolémico.
Posteriormente, el acusado, quien se encuentra en prisión provisional desde diciembre de 2008 y no muestra ningún parentesco con la víctima, emprendió la huida de la zona hasta que fue detenido por agentes de la Guardia Civil de Roquetas de Mar ante los que reconoció el crimen.
