Esta es la intención del grupo, según ha informado a Efe el presidente del comité de empresa de Locsa, Francisco Pozuelo, tras mantener un encuentro con la dirección de KME.
Según ha explicado Pozuelo, los representantes de KME han presentado al comité el expediente de extinción de contratos argumentando que la empresa no tiene futuro y es inviable.
Sin embargo, Pozuelo ha sostenido que esta decisión de cerrar la fábrica antes del 30 de junio responde a un motivo de deslocalización para "quitar la chincheta" que tienen en Andalucía.
Según ha dicho, la intención del grupo es aplicar la política de "tierra quemada" y "de ninguna manera dejar las máquinas" para que otro grupo inversor pueda hacerse cargo de la factoría y convertirse en competencia directa de KME.
Además, el presidente del comité de empresa de Locsa ha explicado que el grupo quiere negociar con los terrenos donde se ubica la planta.
Pozuelo ha indicado que mañana mantienen una reunión con la Diputación de Córdoba y el próximo viernes tendrán un encuentro con el director general de Empleo de la Junta.
Por otra parte, el comité de empresa se ha reunido esta tarde con el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, quien ha asegurado que no hay razones objetivas para el cierre de la empresa y que la actividad debe mantenerse porque existe "mercado" para su producción.
Así, ha pedido a la actual propietaria de Locsa que si no está interesada en continuar con la fábrica permita que otros inversores se hagan cargo de ella.
Además, ha pedido a la Junta de Andalucía, que es la encargada de dar el visto bueno o no al expediente de extinción de contratos, que sea "sensible" con este caso.
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