El Real Valladolid sumó su primer triunfo en la vuelta a Primera División, un hecho que no se producía desde hace 35 años, y lo hizo ante otro rival que también recuperaba la categoría perdida y que reaccionó demasiado tarde después de una primera mitad en la pagó el exceso de contención con una derrota que llegó con gol de Raúl Moro que, incluso, pudo lograr el doblete y sentenciar en el tramo final.
El conjunto local no especuló en el inicio sino todo lo contrario; buscó desde el primer instante la portería del campeón olímpico Joan García, que muy pronto se llevó un primer susto cuando en el minuto 13 un saque de esquina de Amallah buscó en el segundo palo un cabezazo que acabó encontrando en el punto de penalti a Javi Sánchez que remató con todo a su favor, pero encontró a su vez la cabeza salvadora de Alejo Veliz.
Sin embargo, una pérdida en ataque del conjunto perico donde Amath recuperó el balón para encontrar en la banda izquierda a Raúl Moro, una pesadilla durante toda la primera parte y excanterano del RCD Espanyol hasta recalar en el Lazio italiano, que tras perfilarse al centro para deshacerse del marcaje de El Hilali, acabó rematando y el balón, tras golpear en Sergi Gómez, acabó entrando en la puerta visitante para poner el 1-0.
El conjunto de Manolo González siguió sin ser profundo, sin llegadas peligrosas sobre el debutante Karl Hein, que se convirtió en casi un espectador más y el despligue físico del internacional marroquí Amallah permitió el dominio local que a punto estuvo de obtener más premio antes del descanso tras un centro de Lucas Rosa rematado de cabeza por Amath rozando el balón el larguero.
La segunda parte repitió el guión del inicio con los blanquivioleta más atrevidos, intensos y reduciendo al máximo los espacios ante un rival escasamente preciso y sin encontrar a sus jugadores más adelantados.
Muy pronto el técnico espanyolista, Manolo González, optó por buscar soluciones en su banquillo, dando entrada a dos de sus novedades esta temporada el francés Irvin Cardona y el checo Alex Král, el primero protagonista de una clara ocasión en una contra, aunque no sabiendo elegir la mejor opción, malográndose el remate.
De nuevo el galo fue el que puso un nudo en la garganta de los aficionados locales tras una jugada a trompicones en la que el canterano Roca le cedió el balón en la frontal y, tras un breve recorte, remató ajustado al palo izquierdo de Hein.
El partido ya había cambiado en el tramo final, quizá pagando los locales el esfuerzo, pero también propiciado porque los cambios en su rival surtieron efecto, sobre todo con un Král dominador que propició la primera acción peligrosa de Puado a pase de Romero, cuyo remate con la izquierda se fue la lateral de la red.
Los instantes finales fueron de acoso continuo de los visitantes, aunque Moro pudo lograr el doblete y la tranquilidad si hubiera aprovechado un perfecto pase a la espalda de la defensa, pero falló en el último control y se le adelantó el guardameta espanyolista.
Todavía faltaba la incertidumbre final, con el morbo añadido de un lanzamiento en el borde del área del exvallisoletano Álvaro Aguado, que acabó enviando contra la barrera, salvando los locales tres puntos muy valiosos antes de visitar al Real Madrid en la próxima jornada.
Ficha técnica:
1 - Real Valladolid: Hein; Luis Pérez, Javi Sánchez (Juric, M. 62), Boyomo, Rosa; Kike Pérez (Chuki, M. 81), Cömert (Torres, M. 81), Amallah (Iván Sánchez, M. 69); Amath (Meseguer, M. 69), Sylla, Raúl Moro.
0 - RCD Espanyol: Joan García; Omar El Hilali, Cabrera, Sergi Gómez; Tejero (Jofre, M. 70), Pol Lozano (Král, M. 56), Grajera (Aguado, M. 77), Romero; Pere Milla (Cardona, M. 56), Alejo Veliz (Roca, M. 70) y Puado. Goles: 1-0, Raúl Moro (M. 22)
Árbitro: Pablo González Fuertes (comité asturiano). Amonestó a Rosa (M. 79) por el Real Valladolid; Roca (M. 72) y Cardona (M. 84) por el RCD Espanyol.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada de LaLiga EA Sport disputado en el Nuevo Estadio José Zorrilla ante 22.027 espectadores, con un pequeño grupo de aficionados visitantes. En los prolegómenos del encuentro se rindió homenaje a los integrantes del equipo que conquistara en 1984 su primer título, la Copa de la Liga. Se guardó un minuto de silencio por los abonados fallecidos durante la temporada pasada.