La española Paula Badosa cayó este domingo en las semifinales del WTA 1.000 de Cincinnati ante la estadounidense Jessica Pegula por 6-2, 3-6 y 6-3, en una hora y 53 minutos, y tras varios parones por el mal tiempo.
Badosa llegaba en un momento fantástico de forma pero se atascó en un mal inicio y, aunque se recuperó y lo intentó hasta el final, no pudo ya remontar a una Pegula que se enfrentará el lunes por el título con la bielorrusa Aryna Sabalenka, tercera del mundo, quien venció en la otra semifinal a la polaca Iga Swiatek, número uno de la clasificación WTA y primera favorita.
La catalana se quedó así a las puertas de la segunda final de su carrera en un WTA 1.000 tras Indian Wells en 2021, que acabó además con el trofeo en su vitrina.
Pese a la decepción de este domingo, Badosa está firmando una gran gira veraniega de pista dura por Norteamérica ya que hace dos semanas conquistó el WTA 500 de Washington, su primer torneo desde enero de 2022.
Además, sin contar esta semifinal de Cincinnati, Badosa acumulaba diez triunfos en sus últimos once partidos y su única derrota, en el WTA 1.000 de Toronto llegó tras sufrir molestias físicas.
Todo ello le permitirá escalar la semana que viene hasta la posición 27 del ránking, por lo que será cabeza de serie en el Abierto de Estados Unidos que empezará en su Nueva York natal el lunes 26 de agosto.
Pero esta tarde no logró culminar su remontada ante otra tenista en un momento excelente: una Pegula que este mismo lunes ganó el título de Toronto por segundo año consecutivo.
Frustración y lluvia
El inicio del duelo fue accidentado, nada raro para un torneo de Cincinnati muy afectado día tras día por las condiciones metereológicas y que no tiene ningún estadio con techo.
Pegula arrancó con un resto ganador y se colocó en tres minutos con un 15-40, pero entonces el viento y algo de lluvia obligaron a detener el partido.
Las tenistas se quedaron en sus sillas y el personal del torneo secó la pista. Unos cinco minutos después se reanudó el juego todavía con viento pero Badosa, fría y sin ritmo, concedió el 'break' con una doble falta.
Le costó mucho encontrar sensaciones a la española, que en las últimas semanas había sido un muro imponente con un saque y su tenis desde el fondo de la pista.
Sin embargo, Badosa parecía destemplada y sufrió otro 'break' que le complicaba muchísimo el set (3-0).
Muy frustrada, la tenista buscaba respuestas sin hallarlas, se quedaba con los brazos en jarra y hasta estrelló una pelota contra el muro de pura impotencia.
"Respira, a apretar al revés. Confía", le decía su entrenador Pol Toledo tratando de animarla y lo consiguió, ya que tras ganar su primer juego (4-1) Badosa soltó un brutal grito de rabia que estremeció el cielo de Cincinnati.
La catarsis pareció funcionar, Badosa subió su nivel y en el siguiente juego logró un 'break'.
Sin embargo, solo fue un destello en medio de la tormenta: a continuación encajó una nueva rotura con juego en blanco y Pegula, muy concentrada y firme, cerró el primer set en 36 minutos (6-2).
Badosa, que no había perdido ni una manga en todo el torneo, mantenía una conversación constante y muy tensa con su entrenador -a veces le pedía que se callara-, pero no aparecía ningún motivo de esperanza al que agarrarse ya que empezó el siguiente set concediendo otro 'break' (1-0).
Cabizbaja y a ratos como ausente, Badosa soltó el brazo y acortó peloteos, una estrategia que dio fruto ya que rompió el servicio a Pegula y tomó la delantera por primera vez tras ganar tres juegos seguidos (2-3).
Una vez más, la tormenta obligó a suspender el partido, en esta ocasión durante hora y media, y las tenistas se retiraron al vestuario con 3-4 cuando Badosa disfrutaba de su mejor momento.
Pero la interrupción no le pudo sentar mejor a Badosa, que regresó apretando el acelerador, rompiendo el saque a Pegula y cerrando el set con un tenis mucho más agresivo y contundente (3-6).
En el set definitivo las fuerzas estaban muy equilibradas, pero Badosa tenía motivos para creer: su saque ganó en fortaleza y tanto su resto como su juego desde el fondo ponían en problemas a Pegula.
Tuvo cuatro opciones de 'break' nada más arrancar la manga, pero no concretó ninguna. En cambio, Pegula resistió ese arreón de Badosa, rompió el saque a su rival para colocarse 5-3 y selló con su servicio el pase a la final.
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