Las cifras de abandono de perros y gatos se mantienen estables, con una ligera tendencia al descenso, pero las de las adopciones son preocupantemente bajas, lo que causa que miles de animales no consigan abandonar las protectoras cada año, casi 81.000 el año pasado.
El Día Mundial del Animal sin Hogar se celebra este 17 de agosto en una iniciativa promovida por la Sociedad Internacional de los Derechos de los Animales (ISAR) en 1992, con la finalidad de dar solución a la problemática de todos aquellos animales de compañía que se encuentran en la calle.
Según un estudio de la Fundación Affinity, 286.682 animales fueron recogidos por protectoras y centros de acogida en España en 2023, de los cuales el 59,55 % (170.712) fueron perros y el 40,45 % (115.970) fueron gatos.
De los perros que llegan a las protectoras en 2023, el 45,3 % fueron adoptados, el 20,7 % regresaron con su familia y el 6,4 % se dirigieron a casas de acogida; por su parte, el 48,7 % de los gatos encontraron una familia, el 16,8 % fueron enviados a una casa de acogida y solo un 5,4 % fueron devueltos
Estas cifras indican que un 27,6 % de los perros y un 29,1 % de los gatos de las protectoras no encontraron un hogar, alrededor de 80.863 animales, lo que supone un problema, porque, como indica Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, "tienen que estar con una familia, con una persona".
Los gatos, el centro de los abandonos en verano
A pesar de las creencias populares, el abandono del perro no presenta "estacionalidad" en verano, según afirma la directora de la Fundación Affinity, y, en la actualidad, la llegada de los canes a las protectoras tienen un comportamiento similar durante todos los meses del año.
Los gatos, sin embargo, sí corren más riesgo de abandono en verano debido a la estacionalidad característica de su reproducción en los meses centrales el año; esto colaboró a que el año pasado el 44,6 % de estos animales llegados a las protectoras lo hicieran entre los meses de mayo a agosto.
A pesar de que el total de las cifras de abandono tanto en perros como gatos se encuentra "estable", con un ligero descenso, el número de michos abandonados supone una gran inquietud ya que, desde el 2014 hasta el 2022, se incrementó un 12,5 %.
Los motivos de abandono se suelen repetir; la lista de estas causas está encabezada por camadas no deseadas (15 %), seguida por problemas de comportamiento (12 %), pérdida de interés (12 %), además de otras razones como fin de la época de caza en perros, factores económicos, alergias, etc.
En cuanto al perfil de los animales abandonados, la gran mayoría de éstos son mestizos (72 % de los perros y el 92,7 % de los gatos); en cambio, la edad supone una diferencia entre ambos pues, mientras que el 48 % de los gatos recogidos eran cachorros, únicamente lo eran el 28 % de los canes.
Lo que supone otra intranquilidad es cómo llegan y en el estado en el que lo hacen, pues solo un 10 % de los animales llegados a protectoras lo hacen junto con el dueño -el resto son encontrados en zonas como parques o carreteras o son incautados por la policía- y alrededor de la mitad lo hacen heridos o enfermos (53 % en gatos y 43 % en perros).
Los perros, los más vulnerables de cara a las adopciones
Algo que también produce bastante inquietud son las adopciones, en especial la de los perros; el número de canes adoptados desde protectoras ha bajado considerablemente y, a pesar de que en 2021 se consiguió superar el 50 % de los perros adoptados, este número ha vuelto a descender y ha llegado a niveles prepandemia, asegura Isabel Buil, siendo adoptados el 45 % canes.
Como explica la directora de la Fundación Affinity, según la información aportada por las protectoras, la principal barrera para que un animal sea adoptado es que pertenezca a una raza potencialmente peligrosa, característica exclusiva de los perros; esto se debe a la normativa a la que están sujetos, que conlleva medidas como la obligatoriedad de tener un seguro o la imposibilidad de dejarles sueltos en determinados lugares.
Otros de estos obstáculos es que sean de mucho tamaño -tienen más facilidad de ser adoptados los animales pequeños- o aquellos que presentan problemas de comportamiento.