El experimento ha consistido en la colocación de una serie de praderas artificiales en forma circular en una de las riberas del río San Pedro, realizadas con un material plástico que simula, de un modo realista, la flexibilidad y forma de las hojas de dos angiospermas marinas presentes en las zonas de la Bahía de Cádiz (Cymodocea nodosa y Zostera noltii). Las hojas quedan ancla-das al sedimento gracias a una varilla de madera clavada en el sustrato, evitando así su movimiento y favoreciendo su integración en el paisaje.
Las praderas son de diferentes tamaños para que se generen diferencias en biodiversidad con el paso del tiempo y repercuta en el flujo de nutrientes y el reciclado de materia orgánica que pueda ser transferido al ecosistema.
En las mareas más bajas del mes de abril se procederá a tomar una serie de muestras en gradiente dentro de estas praderas artificiales para poder comparar entre los diferentes tratamientos y las zonas anexas sin vegetación. Estas labores de muestreo se repartirán nuevamente en las mareas del mes de mayo, cuando finalizara el experimento.
Debido a la regresión actual que sufren las praderas de fanerógamas en el litoral, este tipo de experimentos tienen gran relevancia a la hora de de-mostrar la importancia que tienen las praderas de fanerógamas marinas en la generación de diversidad y como dichos niveles de diversidad afectan a los procesos y funciones a nivel de ecosistema, lo cual redunda de un modo directo e indirecto sobre el bienestar del ser humano (calidad del agua, marisqueo, pesquerías…).
Un experimento, por tanto, de vital importancia que una vez más encuadra al Parque Metropolitano de Los Toruños en la punta de lanza de la investigación ciéntifica y medio ambiental de la provincia destacando la buena gestión del todo el parque.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
