La decisión pone fin a la larga lucha de Dotcom contra su proceso de extradición a Estados Unidos que se inició en enero de 2012
El ministro de Justicia de Nueva Zelanda, Paul Goldsmith, confirmó este jueves que aprobó la extradición del empresario alemán Kim Dotcom, fundador del clausurado portal Megaupload, a Estados Unidos donde es requerido para ser juzgado por el delito de piratería informática.
"He considerado toda la información cuidadosamente y he decidido que Dotcom debe ser entregado a EE.UU. para ser juzgado", dijo hoy Goldsmith, según un comunicado enviado hoy a EFE por el Ministerio de Justicia neozelandés.
La decisión pone fin a la larga lucha de Dotcom contra su proceso de extradición a Estados Unidos que se inició en enero de 2012 cuando el informático y otros tres socios de Megaupload fueron detenidos en un vasto operativo policial orquestado por el FBI en la mansión que alquilaba el alemán a las afueras de Auckland.
Las autoridades del país norteamericano sostenían que Megaupload obtuvo ingresos ilícitos de unos 175 millones de dólares por el alojamiento de material ilegal entre sus 50 millones de usuarios, y los requería por numerosos delitos, entre ellos los de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.
El fundador del clausurado Megaupload, de 50 años y quien vive en Nueva Zelanda desde 2010, tiene "un breve período de tiempo" para evaluar la decisión sobre su extradición, precisó Goldsmith al puntualizar que no hará más comentarios al respecto.
Dos días antes de que Goldsmith confirmara el anuncio, Dotcom defendió su inocencia y acusó a Nueva Zelanda de ser una "obediente colonia estadounidense en el Pacífico Sur", publico en su perfil de la red social X.
En 2021, el Tribunal Supremo de Nueva Zelanda, la máxima instancia judicial del país, rechazó el último recurso de Dotcom allanando el camino para su extradición, que en esta última instancia necesitaba el visto bueno del ministro de Justicia de turno, en este caso Goldsmith.
De los tres socios detenidos con Dotcom, en 2023 Mathias Ortmann y Bram van der Kolk fueron condenados a más de dos años de prisión tras declararse culpables y así evitar la extradición; mientras que Finn Batato falleció de cáncer en 2022.