La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha avisado este viernes que el sí que los republicanos darán a la investidura de Salvador Illa, tras el "ajustado" aval de sus bases, es "vigilante y exigente" debido a la "desconfianza" que este partido independentista tiene hacia el PSC.
Así lo ha dicho en una comparecencia desde la sede de la organización, arropada por los miembros de la ejecutiva nacional, después de que la militancia haya dado su visto bueno en una consulta, con un 53,5 % de los votos, al preacuerdo con los socialistas catalanes.
Ayer jueves, la dirigente republicana ya advirtió a los socialistas que si no cumplen con lo pactado no solo complicarán las cosas al futuro Govern de Illa, sino también el devenir de la legislatura española, pues los siete diputados de ERC en el Congreso retirarían su apoyo al Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Rovira ha señalado que la dirección ha recibido el mensaje de su militancia: el contenido del acuerdo es "muy bueno", pero "parece poco creíble" por la poca confianza que genera el PSC.
Preguntada sobre si ERC votará a Illa como president aun en el supuesto de que el expresident Carles Puigdemont, que ha prometido que volverá para la investidura, permanezca en prisión, ha resuelto: "Hemos trabajado para que pueda volver en libertad y seguiremos trabajando para lo mismo. Si se producen ulteriores escenarios, la dirección se deberá reunir y tomar decisiones que hoy no están tomadas".
La secretaria general de los republicanos ha explicado que el silencio de los de Illa durante los últimos días sobre el preacuerdo ha sido "medio acordado" para dejar que las bases procesaran lo pactado, al tiempo que se ha mostrado confiada en que la diputada de Jovent Republicà -rama juvenil vinculada a ERC-, Mar Besses, también apoyará la investidura, siendo su voto imprescindible para alcanzar la mayoría de 68 escaños en el Parlament.
La decisión tomada este viernes, ha dicho Rovira en clave interna, forma parte de "un proceso de reflexión" iniciado tras el batacazo electoral del pasado 12 de mayo y debe "culminar" en el congreso nacional extraordinario convocado para el próximo 30 de noviembre.
Tras los comicios catalanes, y una vez asumido que tocaba pasar a la oposición, ERC ha encarado las negociaciones sin abandonar sus dos objetivos, ha afirmado: avanzar hacia la independencia de Cataluña (la "financiación singular" sería un paso en este camino) y una mayor justicia social.
"La consulta ha sido un acierto y la conversación permanente que hemos tenido también. El ejercicio de democracia interna que ha hecho este partido es brutal y ejemplar", ha reivindicado Rovira.
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