El Ministerio de Exteriores israelí acusó este domingo a Irán, al que atribuye la responsabilidad de las acciones de la milicia chií libanesa Hizbulá, de cruzar "todas las líneas rojas" con el ataque contra un campo de fútbol en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán, en el que murieron 12 niños.
"La masacre constituye el cruce de todas las líneas rojas por parte de Hizbulá. No se trata de un ejército que lucha contra otro ejército; sino de una organización terrorista que ataca deliberadamente contra civiles. Israel ejercerá su derecho y su deber de actuar en defensa propia y responderá a la matanza", aseveró.
"Hizbulá, la avanzadilla de Irán en el Líbano, perpetró ayer una masacre en Majdal Shams, con el asesinato de niños y adolescentes inocentes que jugaban al fútbol", agregó el Ministerio en un comunicado.
Israel aseguró que es el momento para que el mundo responsabilice "plenamente a Irán y a sus aliados", señalando a Hizbulá, Hamás y los rebeldes hutíes de Yemen, que el pasado fin de semana atacaron Tel Aviv causando un muerto.
"Hizbulá, el brazo largo de Irán, dirigió su fuego contra una población civil. Hizbulá no distingue entre judíos y no judíos, y su objetivo es matar a ciudadanos israelíes, sean quienes sean", subrayó.
Exteriores insistió en que, a pesar de sus negaciones, Hizbulá es la "entidad inequívocamente responsable de la masacre", ya que el cohete -un Falag 1 con 53 kilos de carga explosiva- utilizado era de fabricación iraní y el grupo libanés cuenta con él entre su arsenal.
Según Israel, la forma de evitar una guerra a gran escala, que "sería devastadora para el Líbano", es obligar a Hizbulá a implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que desmilitariza la línea azul de separación entre Israel y Líbano. "Ahora es el último minuto para hacerlo diplomáticamente", matizó.
Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, se desplazó hasta Majdal Shams para asistir a los funerales de las doce víctimas, previstos para las 11.00 y 13.00 hora local (8.00 y 10.00 GMT), y prometió que Hizbulá "pagará el precio por esa pérdida".
"Hay 150.000 drusos en Israel y millones de judíos y árabes israelíes. Vivimos uno al lado del otro y todos sufrimos el terror de Hizbulá", aseveró Gallant sobre la comunidad drusa, originariamente siria, que vivía en los Altos del Golán que Israel ocupó en 1967 y se anexionó en 1981.
Además de los doce niños y adolescentes muertos ayer -se ha desvelado la identidad de once de ellos, entre 10 y 16 años-, quince menores que resultaron heridos en el ataque en el campo de fútbol siguen hospitalizados en el Centro Médico Ziv, de la ciudad de Safed.
El director del centro, Salman Zarka, afirmó que ayer llegaron unos 30 heridos, de los que 15 siguen hospitalizados, tres de ellos en estado grave y varios deben ser sometidos hoy a cirugías.