"Entiendo el morbo y la ilusión de vernos jugar juntos pero eso no se traduce en éxito. Pensar en eso es un error. Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado ni muchos dobles ni muchos individuales". Rafael Nadal aplaca la euforia, pero su prudencia no mitiga la ilusión desatada en el mundo del tenis.
Pocas cosas han generado más expectativas en París 2024 que la puesta en escena de Nadal y Alcaraz. De lo que pueda generar la fusión, las virtudes de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y el aire fresco que ha proporcionado al deporte, especialmente al tenis, la irrupción del murciano. La leyenda de 38 años y el que va camino de serlo, de 21. El pasado y presente, y el presente y el futuro.
No hay un escenario mejor para una asociación de tal magnitud. Roland Garros, donde Nadal ha reinado tanto tiempo, catorce veces campeón, y Carlos Alcaraz, el último en asaltar ese trono, rey vigente, semanas atrás, en la edición de este 2024.
Y por fin juntos en la pista. A falta del inicio de la competición, de que formen equipo como aspirantes al podio en el combinado español, Nadal y Alcaraz se dejaron ver juntos, raqueta en mano. Primero uno enfrente del otro. Después, horas más tarde, como integrantes de uno de los dobles del conjunto español. El momento más esperado.
No es nada nuevo el cara a cara entre ambos en una cancha. De hecho, ya cuentan con tres mano a mano. Dos en tierra, en la Caja Mágica de Madrid, con una victoria para cada uno. Y otro en cemento, en Indian Wells. Ganó Rafa.
Pero lo que no tiene precedente alguno es ver a uno y otro en la misma dirección, en el mismo equipo. Hasta París. En el segundo día de entrenamiento de la expedición española en los Juegos ambos se ejercitaron juntos, coincidieron en la pista.
En la sesión matinal, tras cumplir con la puesta en escena oficial del equipo de tenis en la Villa Olímpica, acudieron a Roland Garros para ejercitarse. En un lado de la pista central Philippe Chatrier Rafael Nadal; y al otro lado de la red, Carlos Alcaraz. Intercambiaron golpes observados por Carlos Moyá, entrenador del balear, y David Ferrer, el seleccionador español.
Durante dos horas completaron el entrenamiento. Después dejaron la pista principal del recinto a la número uno del tenis femenino Iga Swiatek y a la brasileña Beatriz Haddad Maia, que se ejercitaron juntas.
Pero lo relevante llegó después. A primera hora de la tarde, cuando en la pista 1 de Roland Garros, de menor dimensión, más recogida y con menos gradas, Nadal y Alcaraz saltaron juntos a la cancha. Enfrente, el otro dueto olímpico, el formado por Marcel Granollers, número uno del mundo en dobles, y Pablo Carreño, bronce individual en Tokio 2020 que en esta edición solo disputará el evento por parejas.
Fue una sesión intensa. El buen ambiente la invadió. Nadal y Alcaraz buscaron la compenetración. No han tenido tiempo de practicar el dobles. El balear jugó dos rondas en Bastad con Casper Ruud, pero se bajó del torneo para centrarse en el individual. Más tiempo sin jugar lleva el murciano. Formaron equipo. Ánimos y felicitaciones de uno a otro, recíprocos, estimulantes.
La primera vez, uno de los momentos más esperados en los Juegos. A primera hora de la tarde. Nadal y Alcaraz en el mismo lado, en su primer entrenamiento como equipo con el objetivo puesto en el podio de los Juegos Olímpicos. Por repercusión, por bagaje, nada como ellos. Veintiséis Grand Slam entre ambos.
"Estos son los últimos Juegos, sí. Para mí todos los Juegos Olímpicos han sido especiales. Me perdí los de Tokio 2020 y Londres 2012 por lesión y eso me ha dolido más que perderme cualquier Grand Slams porque son vivencias únicas sin igual y los Grand Slam los vives cada año. En Río 2016 me parecía inviable estar hoy aquí. Y estoy feliz por ello", señaló Nadal en la puesta en escena del equipo español de tenis en París 2024.
"No hemos podido prepararnos conjuntamente para un torneo como este, que cuenta con otras grandes parejas. Yo confío en el buen momento de Carlos y también que con lo hecho en las últimas semanas ayudar a que esto funcione a nivel individual y colectivo. Espero entrenar lo máximo posible para llegar con ideas más o menos claras y después ya veremos", asumió Nadal.
"Jugar con él (Nadal) es un sueño, pero no significa que vaya a reflejar un éxito. Todo el mundo piensa que habrá una medalla solo por el nombre, pero es un camino difícil pero ilusionante para mí. Lo voy a disfrutar al máximo, va a ser una experiencia única para mi", subrayó Carlos Alcaraz.
"Tengo menos experiencia en dobles, espero que pueda adaptarme rápido a jugar el dobles, dar lo mejor de mi. Me gusta el dobles, pero como doy prioridad al individual no he jugado muchos torneos", añadió.
El equipo español volverá a ejercitarse el jueves, día del sorteo y la configuración de los cuadros. Nadal tiene hora fijada con el alemán Alexander Zverev; Alcaraz con Stanislas Wawrinka.