Una motorada a medio gas que se adjudica el Goya a la normalidad

Subió el ambiente, pero el Plan de Seguridad ganó la partida y no hubo incidentes. Un hombre fallece de un infarto viendo las motos en la calle

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  • El ambiente de la motorada. -
La ausencia de incidentes de gravedad se convirtió en protagonista en el segundo día de motorada en Jerez. Hubo que lamentar un fallecimiento, pero no fue por culpa de un accidente de tráfico. Un hombre de 56 años perdió, por un infarto, la vida por la tarde en la Rotonda de los Viñedos cuando estaba en la calle siguiendo el tránsito de las motos.

Por lo demás, hubo seis accidentes de carácter leve en la provincia que dejó varios heridos de consideración leve. Dos personas tuvieron que ser atendidas en las inmediaciones de Jerez, mientras que en Estella del Marqués un vehículo se vio implicado en un accidente en el que tampoco hubo que lamentar nada grave.

En la madrugada del sábado también todo transcurrió con un calma relativa, teniendo en cuenta las consecuencias de la noche y el número de personas que estaba en la calle. Hubo dos detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol, cuatro accidentes con sólo una moto implicada, varias intervenciones policiales en puestos ambulantes y un menor detenido por conducir de forma temeraria.

Más aficionados que piruetas
Si el viernes había muchos que se preguntaban dónde estaban las motos, ayer subió un poco más el ambiente. Los centros de atención nuevamente se concentraron en tres de las avenidas más importantes de la ciudad. En la Avenida Álvaro Domecq, a la altura de los locales de moda, se montó una pequeña gymkana de unos 50 metros. Pero nada de caballitos ni piruetas. Más ruido que nueces. Y más gente mirando que motos en acción. Todo muy controlado.

La Avenida de Europa, en su acceso hacia el centro, fue cortada desde las seis a las ocho de la tarde porque se formó un pequeño colapso de tráfico y se optó porque sólo accedieran por dicha zona los coches. A mediación de la avenida es donde se concentró el ambiente. Muchos aficionados a la espera de espectáculo... y muchas motos aparcadas.

En la Avenida de Arcos, a la altura de La Granja, también se prohibió durante una hora el acceso a las motos camino del circuito. Por cierto, que la vuelta de los moteros tras los entrenamientos se produjo con fluidez. Sin las masificaciones de otros años, porque la movida ha quedado más dispersa y se ha repartido también por la zona de Hipercor y la Avenida Lola Flores, el control policial ha ganado la partida a la ley de la selva sobre ruedas.
Las quejas que recogíamos en nuestra edición de ayer, de moteros que pedían que se habilite una zona no residencial para las actividades y el espectáculo motero, también continuaban en la previa del Mundial de hoy.

“Está claro que siempre hay algún loco que se pone a liarla, pero el resto lo que queremos es una zona controlada donde podamos hacer algunas piruetas, que hay gente muy preparada para ello. No venimos aquí a quedarnos sin moto y gastar los neumáticos. Está todo muy caro como para tirar el dinero de esa forma”, relataba Emilio, aficionado que llegó ayer desde Albacete.

Aunque todavía no hay cifras oficiales, la sensación que circula es que ha bajado un pelín el número de visitantes. O, al menos, que han tardado en llegar. O llegarán hoy con lo justo. Y es que la crisis está afectando bastante a este Gran Premio de España. Si antes los moteros empezaban su particular fiesta en la noche del jueves, ahora son muchos los que optan por venir un día antes. “Los precios son abusivos. Alquilar algo sale por una pasta y en la acampada se te va un dineral. Yo vengo con un amigo y se nos van a ir un dinero curioso”, contaba David.

En la zona de acampada oficial habilitada por el Ayuntamiento, el abono por persona valía 40 euros, más 40 euros por el coche y 20 en el caso de las motos. La entrada a la zona de acampada en la zona de ayer costaba 20 euros por persona, 30 euros el coche y 15 la moto. Por cierto, que las quejas también han aparecido este año entre los propietarios de terrenos próximos al circuito que no han podido habilitar sus tierras para la acampada de moteros. Uno de los afectados, Manuel Elena, destacaba: “El Ayuntamiento ha cerrado la mayoría de los campings privados junto al circuito para eliminar la competencia y así llenar el suyo propio. Muchos moteros se tuvieron que quitar de nuestras parcelas cuando ya tenían montado todo y comentaban que esto ya no es lo que era y que no iban a volver más a Jerez”.

Cortada la Avenida Blas Infante
En otro orden de cosas hay que resaltar que la Avenida Blas Infante fue cortada al tráfico. Pero no porque la actividad motera fuera enorme o porque el tráfico estuviera colapsado. Dicha avenida se cortó entre las 5 y las 7 de la tarde a instancias de la Policía Nacional. El motivo del cierre provisional no fue otro que las carreras ilegales que se montaron entre gente de la zona con motos trucadas. Tras controlarse este asunto, todo volvió posteriormente a la tranquilidad.
Con un tiempo más deslucido que el viernes -por cierto para hoy hay riesgo de precipitaciones-, la tranquilidad rugió casi más que los motores. Y de ahí que la motorada de Jerez se llevase el premio a la normalidad. Un premio que perfectamente podría ser un Goya, entre otras cosas porque Luis Tosar, el actor de Celda 211, compuso en el González Hontoria junto a Piti Sanz, su compañero de grupo, y Mikel Erentxun la sintonía de esta motorada.

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