Marina Peña, 12 años y estudiante del Colegio Sagrados Corazones de Torrelavega (Cantabria), puede presumir de tener el segundo cerebro más rápido del mundo a la hora de realizar operaciones matemáticas, un logro de agilidad mental alcanzado frente a 46.600 alumnos en su categoría.
Ella es la segunda clasificada en el último Campeonato Mundial de Cálculo Mental, un torneo internacional que reúne a miles de estudiantes de todo el mundo para poner a prueba sus habilidades matemáticas y lógicas en tiempo real, y donde sólo fue superada por un estudiante portugués de su misma edad.
Este certamen, denominado "SuperT", es una competición que se desarrolla de forma telemática y donde los participantes resuelven problemas desafiantes lo más rápido posible, y lo deben hacer con cálculos rápidos y precisos, demostrando su destreza a la hora de trabajar con los números.
En una entrevista con EFE, Marina Peña explica, acompañada de sus padres Henar y Alfonso, que para participar en este concurso primero tuvo que vencer a sus compañeros de aula y después al resto de estudiantes de su curso para ser la mejor y poder representar al colegio en el certamen.
El truco "infalible"
En todos los casos, se hubo de enfrentar a cálculos basados en la combinación de las cuatro operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división). Para lograr hacerlos en el menor tiempo posible usó un truco "infalible": concentrarse en la jerarquía de las operaciones.
De esta forma, empezaba resolviendo mentalmente los paréntesis si los había; luego, las multiplicaciones y divisiones; y por último, las sumas y restas. Con este sistema sólo una operación se le resistió un poquito, pero al final también la superó si problemas.
Marina asegura que en las clases le encanta aprender, aunque su fuerte no son las Matemáticas sino el inglés, y ya de mayor se ve estudiando este idioma con más profundidad sin olvidar otros conocimientos.
Para los próximos años resalta su deseo de volver a competir en este campeonato mundial de cálculo mental para intentar mejorar su clasificación de este año, quizá logrando el primer puesto como la mente más ágil del mundo para sumar, restar, multiplicar y dividir.
Disfrutar aprendiendo
Sus padres, Henar Cuevas y Alfonso Peña, destacan de Marina su interés por el estudio y cómo disfruta aprendiendo todo aquello que se le pone por delante y, aunque no es especialmente 'buena' en matemáticas, este curso les ha traído unas notas excelentes: todo dieces excepto tres nueves.
También resaltan su carácter risueño y la alegría con la que cada día acude al centro, una opinión compartida por la directora del colegio, Almudena Pajares, para quien la niña es "un ejemplo de dedicación y excelencia académica”.
El director de Primaria del centro, Ignacio San Miguel, explica que, a raíz de este galardón, Marina Peña se ha convertido en inspiración para otros estudiantes de la región, porque demuestra que la pasión por las matemáticas y la práctica constante pueden llevar a resultados extraordinarios.
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