Sergio Scariolo, seleccionador español masculino de baloncesto, mostró su confianza en que los lesionados Álex Abrines y Juancho Hernangómez sean de la partida en los Juegos Olímpicos de París 2024 y dijo que están "incorporándose progresivamente".
"Están incorporándose progresivamente. Han hecho una parte bastante reducida del entrenamiento hoy, pocos minutos, creo que han reaccionado bien y mañana podrán sumar un poquito más y bien, progresando. Confío en que estén en París, así se me dijo cuando terminamos, cuando al día siguiente del Preolímpico tuvimos que decidir los 12 y la comunicación que recibí por parte de cuerpo médico fue de que iban a poder estar, así que en función de eso tomamos nuestra decisión definitiva", manifestó.
A la espera de lo que suceda con ellos están los dos reservas, Juan Núñez y Joel Parra: "Creo que tienen que tener un orgullo y una felicidad por poder estar en el grupo de entrenamiento de la selección enorme. Son jóvenes, tienen delante muchos años y el mero hecho de estar en los 14 es una posición de privilegio que hay millones de jugadores que pagarían por ocupar. Son parte del equipo".
"No quiero ser gafe, pero he vivido bastantes situaciones en las que al final se ha producido algo y entonces mejor que la gente esté metida y en dinámica y si no pasa nada podrán tener un poco de vacaciones antes de incorporarse con sus equipos de club y si no, pues tendrán que estar preparados para jugar", agregó.
En relación a cómo ha sido la vuelta al trabajo, apuntó: "Estamos reactivando nuestra preparación. Obviamente, va a ser bastante comprimida y corta. Terminaremos este primer bloque donde vamos a intentar afianzarnos en nuestros conceptos. De hecho, antes del Preolímpico, tuvimos la incorporación progresiva e incluso muy tardía de algún jugador y ahora estamos intentando desarrollar un poco más conceptos tácticos, ofensivos y defensivos; y producir alguna cosita nueva, pero no mucho".
"Hay cosas que ya estaban dentro del bagaje del equipo que no habíamos utilizado. Lo demás es homogeneizar el nivel de forma física de los jugadores, que han llegado bastante bien, y que también tienen bastante motivación y se les ve con ganas de afrontar este desafío tan difícil que tenemos por delante", añadió.
Sobre el grupo que compartirán en los Juegos con Australia, Grecia y Canadá, expresó: "Llevamos una semana oyendo que estamos en el grupo de la muerte. Efectivamente es el grupo más duro. Todos los partidos son ante rivales que en teoría están delante o muy por delante de nosotros en el ránking real, pero eso lo sabíamos ya mucho antes de jugar el Preolímpico. Las previsiones son todas iguales, al final no nos descolgamos del octavo puesto".
"Lo malo es que todos los rivales están por delante y creo que con la lógica de la previsión es lo que hay. Es una situación evidente que cualquiera con una mínima idea de baloncesto la sabe leer, pero que también a veces no considera nuestra capacidad de compensar colectivamente de distinta forma a la superioridad del talento individual de los rivales. Esto es algo que hace parte de nuestra identidad. Sabemos que tenemos que activarlo al máximo de nuestras posibilidades, pero sabemos que lo hemos hecho siempre, ganando o perdiendo, y que es una parte fundamental del ADN de nuestro equipo", dijo.
Asimismo reconoció que no prepararon nada de cara a los Juegos antes de clasificarse en el Preolímpico: "La dificultad del Preolímpico era tan grande que no podíamos levantar la mirada a nada más. Además era jugar cuatro partidos en seis días, con una sucesión difícil".
"Ahora sí tenemos que hacerlo, ayer vimos cómo Australia estuvo a punto de ganar a Estados Unidos, estamos viendo a todos los rivales y, por supuesto, estamos enfocando ahora mismo más hacia nosotros, pero por supuesto ya viendo cuál puede ser la forma mejor para intentar reducir ese gap que aparentemente todo el mundo nos propone o presenta con los rivales del grupo", finalizó.