El segundo día de concentración de la selección española en Las Rozas lo marcó la solidaridad de Andrés Iniesta. Ni el diluvio que acompañó el entrenamiento vespertino, el único con el que Del Bosque preparó el regreso a los partidos oficiales en Granada, restó protagonismo a un jugador ejemplar.
"Los futbolistas somos privilegiados. Siempre podemos dar más y ayudar a gente que de verdad lo necesita". Son palabras de Iniesta, imagen de la séptima edición de un libro solidario que en esta ocasión aparece bajo el título 'Héroes del deporte' y cuyos ingresos irán destinados al síndrome de Sanfilippo, una enfermedad degenerativa que ataca a los más jóvenes.
Un libro de relatos cortos que han apadrinado desde Samuel Eto'o a Pep Guardiola. Pocos padrinos más apropiados que Iniesta. La bondad personificada. El futbolista que cae bien en cualquier rincón del mundo. El héroe de Johannesburgo. Su crecimiento hasta instalarse en la elite es el ejemplo que día a día se utiliza en las categorías inferiores de la Roja. Es el modelo a seguir.
Saturados de actos publicitarios y cansados de una cargada temporada que llega a su momento culminante. Los internacionales disfrutaron de horas de tranquilidad por la mañana y se ejercitaron con suavidad por la tarde. Ni vieron vídeos del rival a primera hora. Algunos como Álvaro Arbeloa o Sergio Ramos aprovecharon para ir al gimnasio. La fortaleza física es una de las claves en sus labores defensivas. Nunca la descuidan.
Hay un mensaje que pasa entre los internacionales. Junto al elogio a Xavi Hernández, que cumple cien partidos con la selección absoluta, está la sensación de mejorar. Casi una obligación. La campeona del mundo bajó su nivel en los amistosos. Sufrió derrotas dolorosas. Es el nuevo rival a batir y el regreso de la competición implica el regreso a la excelencia.
Para ello Del Bosque tiene una idea que ensayó de nuevo. El equipo formado por Iker Casillas, Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Villa y Torres se perfila como titular. Destaca la apuesta defensiva en los centrales.
Con Carlos Marchena y Raúl Albiol viendo como Ramos cambia de demarcación. No es algo casual. El futuro de la Roja, cuando Puyol ponga punto y final a su exitosa etapa, pasa por la pareja Ramos-Piqué. El sevillano cubrirá el papel de garra y máxima entrega que siempre implica la presencia de Puyol.
La lluvia acompañó la hora de entrenamiento, por momentos tan intensa que incomodó a los jugadores. Ganaron los suplentes. Con goles de Mata, que ha marcado los dos días y anda fino, y Fernando Llorente. Por los titulares se estrenó Fernando Torres, que busca romper su sequía en partido oficial.
La selección se trasladará mañana, jueves, a Granada. Le espera un caluroso recibimiento. Afición para la que se ha quedado pequeño el estadio Nuevo Los Carmenes, donde por la tarde Del Bosque realizará la última prueba. Por su cabeza no pasan cambios y sí recuperar la verdadera identidad de la Roja. El buen fútbol debe reaparecer en el camino hacia la Eurocopa 2012.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es