La extracción de materias primas es necesaria para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, varios grupos de presión desprecian dicho planteamiento y expresan que se debería desautorizar la explotación de los recursos naturales. Un planteamiento respetable, pero imposible de asumir sin ninguna alternativa para la obtención de materiales esenciales. De hecho, echando la mirada atrás, sin los grandes avances de la humanidad, propiciados por la utilización de nuestros recursos naturales, estaríamos estancados en la edad de piedra con una mortandad infantil inaceptable y con una esperanza de vida de menos de 30 años.
Ciertamente, la extracción de recursos, al igual que la mayoría de las actividades humanas, estaba exenta de normativas que permitían sacar el máximo beneficio respetando el entorno. Por ejemplo, los proyectos se iniciaban sin ninguna obligación de una rehabilitación posterior, aunque destacan casos donde la propia naturaleza se ha encargado de dicha restauración y ha transformado una antigua mina como Las Médulas, de la época romana, en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Hoy la normativa en Europa es tremendamente rigurosa, exigiendo la rehabilitación integral de toda superficie afectada por la actividad minera y la aplicación de los máximos estándares de seguridad.
En este sentido, los ingenieros e ingenieras de Minas, antes de la puesta en marcha de un proyecto minero, realizamos el plan de explotación y desarrollamos su correspondiente estudio medioambiental, cumpliendo todas las normativas europeas, nacionales y autonómicas. En resumen, siempre se analizan las distintas alternativas viables para elegir la que más favorezca al entorno durante y después de la explotación.
Seguidamente, una vez el proyecto es visado, se presenta ante la Delegación de Medio Ambiente de cada autonomía, la cual supervisa el Estudio de Impacto Ambiental y el proyecto de restauración, sometiéndolo también a exposición pública. De esta forma, tras valorar todas las alegaciones, se resuelve otorgar o no la Declaración de Impacto Medioambiental favorable. Por lo tanto, si el proyecto supera el trámite descrito, es la Dirección General de Minas la que autoriza la explotación, condicionada al previo depósito de avales que garanticen la total restauración.
El proyecto Minera Los Frailes para la mina de Aznalcóllar que contiene materiales considerados críticos por la Unión Europea para la transición energética, como es el cobre, debería contar con una pronta y favorable resolución de los trámites administrativos. Las razones que justifican dicha petición son la urgencia de proporcionar a la población de Aznalcóllar un medio de vida digno y cuidar el entorno donde se localiza, porque este proyecto garantiza la restauración integral de la zona ya afectada por la anterior explotación, dando solución a las aguas contaminadas que se almacenan en la corta. Por explicar brevemente este punto, la lluvia que cae sobre las antiguas escombreras disuelve materiales alterados y los arrastra a la corta. Si estas aguas no se depuran, se corre el riesgo de que se viertan al cauce público sin depurar.
Visado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur, el proyecto aplica las mejores prácticas medioambientales y mineras, garantizando que el agua que se encuentra almacenada se depurará hasta alcanzar unos niveles de salubridad mejores, en algunos parámetros, que el agua potable. También, la iniciativa propone la explotación subterránea, minimizando la posible afección visual al paisaje, y garantiza una restauración integral de los pasivos mineros anteriores, sellando además antiguos depósitos con el objetivo de eliminar la contaminación actual de las aguas de lluvia.
A nivel local, el proyecto goza de la licencia social. Destaca la posición de su alcalde D. Juan José Fernández Garrido que, olvidándose de intereses ideológicos, ha sido capaz de conseguir el apoyo de todos los grupos políticos, convencido de que es la mejor solución medioambiental y social para su pueblo, castigado por el paro desde que se paralizaron las minas. Con esta reapertura, se generarán más de 2.000 empleos con un salario medio significativamente superior al de la zona.
Huyamos pues de otros intereses alejados de la razón o el sentido común, y que utilizan el miedo como mejor garante de argumentos, en muchas ocasiones, disfrazados de intereses sociales. Especialmente, señalo la “argumentación pseudo-científica”, capaz de defender grandes disparates.
Por todo ello, insisto, que desde el COIMS, apoyamos el Proyecto de Minera Los Frailes e instamos a una pronta y favorable resolución de los trámites administrativos, porque es la mejor opción para el medioambiente, el pueblo de Aznalcóllar y Andalucía. Y, por supuesto, nuestra defensa se apoya en el autoconsumo razonable de los recursos naturales y su reciclaje, una responsabilidad de todos los ingenieros para optimizar el suministro de materias primas que reclama la sociedad.
Juan Lopez-Escobar Fernández. Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur.