El Gobierno chino ha advertido de que si la Unión Europea (UE) persiste en intensificar las fricciones comerciales entre ambas partes puede acabar desencadenando una "guerra comercial" y subraya que, en tal caso, la responsabilidad recae enteramente en los Veintisiete.
Un portavoz del Ministerio de Comercio de China ha asegurado que Pekín no desea las actuales fricciones comerciales, defendiendo que el gigante asiático siempre se ha adherido al consenso alcanzado por los líderes de ambas partes y ha aclarado continuamente su posición ante las instituciones y los Estados miembros de la UE, demostrando una actitud abierta y cooperativa, para que el problema se resuelva mediante el diálogo.
"China siempre ha seguido las normas de la OMC y ha utilizado medidas comerciales correctivas con prudencia y moderación", ha afirmado el funcionario chino, que ha acusado a la UE de "seguir provocando disputas comerciales".
En este sentido, ha recordado que, sólo desde 2024, la UE ha introducido 31 restricciones comerciales y de inversión contra China, incluidas 25 medidas comerciales correctivas, además de iniciar una investigación sobre el Reglamento de Subvenciones Extranjeras (FSR) y una investigación sobre el Instrumento de Adquisiciones Internacionales (IPI) contra China, que interfirieron gravemente con la cooperación económica y comercial entre China y la UE.
"La UE continúa intensificando las fricciones comerciales y puede desencadenar una guerra comercial", ha afirmado el portavoz chino, añadiendo que "la responsabilidad recae enteramente en la UE".
De este modo, Pekín considera que no se ha implementado el consenso alcanzado por los líderes de ambas partes, que apunta a la profundización de la cooperación y el manejo adecuado de las diferencias.
"En esta investigación antisubvenciones de la UE, la UE ignoró el importante consenso alcanzado por los líderes de ambas partes, hizo caso omiso de hechos objetivos, ignoró las repetidas declaraciones solemnes de China, preestableció los resultados de la investigación e impuso tasas impositivas inapropiadas, lo que perjudicó los intereses de empresas de ambas partes y afectó la cooperación global para abordar el cambio climático", sostiene.
Asimismo, en opinión del Gobierno chino no se han seguido las normas de la OMC, ya que la Comisión Europea inició una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos de China por iniciativa propia sin ninguna iniciativa de la industria y cuyos resultados estaban preestablecidos.
Por otro lado, Pekín considera que no se protegen los derechos e intereses legítimos de las empresas, señalando que, en esta investigación antisubvenciones de la UE, las empresas chinas fueron intimidadas, coaccionadas y presionadas, amenazándolas con imponer altas tasas impositivas punitivas y exigiéndoles que proporcionaran información demasiado amplia, muchas de las cuales involucraban información comercialmente sensible y secretos corporativos fundamentales.
"El enfoque de la UE es el típico proteccionismo y China está decidida a salvaguardar sus intereses legítimos", ha advertido el portavoz del Ministerio de Comercio de China.