Dice que su entramado societario no sólo era legal sino que se declaraba a Hacienda
El presunto cerebro de la trama de corrupción descubierta en el caso Malaya, Juan Antonio Roca, afirmó ayer que sería un “desatino” intentar hacer pensar al Tribunal que él estaba arruinado antes de llegar al Ayuntamiento de Marbella.
Roca continuó este lunes contestando a las preguntas de su abogada, Rocío Amigo, dentro del segundo bloque de delitos que se juzga, blanqueo de capitales, y ha reiterado que cuando llegó a Marbella ni estaba arruinado ni en paro como mantiene la policía, contra la que ha arremetido.
Para el ex asesor hay elementos que demuestran que él dice la verdad y ha afirmado que su entramado societario no sólo era legal sino que se declaraba a Hacienda.
Roca ha añadido que siempre compró barato y vendía bien y ha reconstruido en su relato cada una de sus sociedades, en total 19, y el valor de las mismas, las cuales hizo a través de contrato privado o escritura pública.
El acusado ha destacado que cuando comenzó a trabajar con el gabinete jurídico de Manuel Sánchez Zubizarreta éste le puso la condición de que para llevar la contabilidad de sus empresas había que pagar a Hacienda.
Tras la declaración de Roca, el fiscal ha comenzado el interrogatorio a Sánchez Zubizarreta que ha destacado que lleva 45 años ejerciendo su profesión y que los delitos por los que le acusa “están en su mente” porque el nunca ha delinquido, negando que Roca fuese su único cliente.