La "financiación singular" es la principal reclamación que ERC plantea a los socialistas para que sus veinte votos en el Parlament puedan hacer presidente a Salvador Illa y está, por tanto, llamada a ser la 'canción del verano' en los pasillos de la política catalana.
La música comenzó a sonar el pasado noviembre, cuando la consellera de Economía, Natàlia Mas, asumió el encargo del presidente catalán, Pere Aragonès, de proponer un nuevo modelo de financiación para la Generalitat, presentado en marzo.
Durante la campaña electoral del 12 de mayo, los republicanos tararearon la melodía en cada acto electoral y tras el batacazo en esos comicios, que dibujaron una aritmética en la que los veinte diputados de ERC resultan imprescindibles, la letra definitiva la puso, el 1 de junio, la secretaria general, Marta Rovira.
Por si había dudas, y tras una ceremonia de aproximación de los socialistas, Pedro Sánchez incluido, la portavoz de ERC, Raquel Sans, pidió ayer lunes escuchar la canción entera: "Cuando hablamos de financiación singular hablamos de una financiación fuera del régimen común, hablamos de soberanía fiscal".
La lectura de los programas electorales para el 12M de PSC y ERC plantea un escenario en el que las propuestas de ambos tienen puntos en común, si bien el listón que ha situado ERC no tiene cabida ni en el planteamiento del PSC ni en los planes de la Moncloa.
La financiación "justa y suficiente" del PSC
En su programa, los socialistas catalanes sostienen que es "una prioridad inaplazable" mejorar el sistema de financiación autonómica para poder "garantizar una financiación justa y suficiente de los servicios que presta la Generalitat".
Proponen ahondar en el Estatut para "hacer evolucionar el sistema de financiación autonómica hacia una verdadera hacienda federal" y "superar el enfoque de descentralización exclusivamente del gasto".
El PSC apuesta por constituir el Consorcio Tributario de Cataluña, compartido entre el Estado y la Generalitat y que pasaría a ser la administración tributaria de Cataluña.
Este nuevo ente, previsto en el artículo 204.2 del Estatut, debería llevar a la Generalitat a "recaudar y gestionar todos los impuestos que se generan en Cataluña" y, en paralelo, permitiría "establecer los mecanismos de traspaso con el Estado".
ERC y su apuesta por una "financiación singular"
"Recaudar y gestionar todos los impuestos" también es uno de los elementos de la "financiación singular" que propone Esquerra en su programa, que defiende la "plena capacidad normativa" de la administración catalana para regular los tributos, "con el objetivo de erradicar el déficit fiscal que ahoga las finanzas" catalanas.
Los republicanos abogan por "acordar mutuamente" con el Estado las dos partidas que la Generalitat le transferiría una vez recaudados los impuestos: una "cuota como contraprestación de los servicios prestados" y una cantidad destinada a "un fondo de reequilibrio territorial para otros territorios con menor capacidad económica".
ERC sostiene que el déficit fiscal catalán (21.982 millones en 2021, según sus cálculos, y un 8 % del PIB de media en las últimas cuatro décadas) hace que "ni los mejores presupuestos de la Generalitat den respuesta a las necesidades de la ciudadanía de Cataluña".
Apunta, además, que en "el contexto de la actual legislatura en el Estado español" se puede pactar esta nueva financiación, una meta "no más imposible" que otras medidas ya acordadas, como la amnistía.
Un concierto a la vasca "no es posible" para Illa
Este fin de semana, Sánchez ha afirmado que "es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña".
En esa frase los republicanos ven una trampa, ya que insisten en que el modelo que ellos proponen pasa por salir del régimen común, igual que Euskadi o Navarra.
En resumen, un concierto económico que el propio Illa ya ha dicho que, en el caso de esas dos autonomías, "forma parte de los acuerdos constitucionales", pero que para Cataluña sencillamente "no es posible".
Illa defiende que el nuevo modelo de financiación autonómica debe respetar el principio de ordinalidad, es decir, que si Cataluña es la tercera en aportar al régimen común sea también la tercera en recibir, y no la decimocuarta, como sucede ahora si se tiene en cuenta el impacto del coste de la vida.
No obstante, los socialistas han movido su posición, al menos en el plano retórico: Illa comenzó a media campaña electoral a hablar de "modelo catalán" de financiación y ahora el propio Sánchez asume el concepto "singular", si bien con un significado no coincidente con el que defiende ERC.
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