El logro de un nuevo pacto estatutario en Euskadi es una de las tareas que ya tiene enfilada la recién estrenada legislatura vasca, después de que PNV y PSE hayan sacado del cajón un debate en letargo durante los últimos mandatos de Iñigo Urkullu, con la perspectiva de lograr un acuerdo antes de que finalice 2025.
Bajo el epígrafe de 'Nuevo pacto estatutario', los dos partidos que repetirán al frente del Gobierno Vasco ultiman por primera vez una visión común del futuro del autogobierno, cuestión que hasta la fecha siempre formaba parte de las "discrepancias" pactadas entre ambos.
El objetivo: alcanzar un acuerdo lo más amplio posible, tanto en las instituciones vascas como en las Cortes Generales. El plazo: el que se recoge en el pacto que propició el apoyo del PNV a Pedro Sánchez, un año y medio desde el inicio de la legislatura vasca, es decir, noviembre de 2025.
Ambas formaciones se comprometen a avanzar en esta vía "desde la legalidad vigente", es decir, con un primer acuerdo "lo más amplio posible" en Euskadi, que aspira a ser respaldado en el Congreso y en el Senado, y que "posteriormente sea ratificado por el pueblo vasco".
Desbloquear un debate estancado con Urkullu
En los últimos cuatro ejercicios todo lo relativo al nuevo estatus ha quedado en un segundo plano en el País Vasco, que bajo el liderazgo del lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha distanciado de la convulsa política catalana.
Urkullu se ha centrado, por contra, en conseguir el traspaso de las competencias recogidas en el Estatuto de Gernika, que cumple ya 45 años y es el primero de todas las comunidades autónomas aprobado en democracia. Y lo ha logrado a golpe de acuerdos con un Gobierno central necesitado de apoyos.
Sin dejar de lado las transferencias y con el acuerdo PNV-PSE sobre la mesa, el Parlamento Vasco podría retomar ahora los trabajos aparcados en 2019, cuando la reforma estatutaria se topó una vez más con el desacuerdo entre los partidos. El resultado fue un estancamiento total durante siguiente legislatura, en la que la urgencia del covid y sus consecuencias pasaron a primer plano.
Entonces el PNV se desmarcó del acuerdo de bases con postulados soberanistas pactado inicialmente con EH Bildu y avaló junto a PSE-EE y Elkarrekin Podemos una propuesta con multitud de votos particulares y un disenso total en torno al significado y al desarrollo del "derecho a decidir".
EH Bildu defendió la capacidad de decisión del pueblo vasco y el PP consideró inconstitucionales la mayoría de las reformas propuestas por el resto.
Optimismo de PNV y PSE-EE
Habrá que esperar a que se presente el contenido íntegro del acuerdo que guiará al gobierno de Imanol Pradales para conocer la vía por la que PNV y PSE se decantan ahora para retomar el debate estatutario en un Parlamento Vasco en el que cuentan con mayoría, y EH Bildu es el principal grupo de la oposición con los mismo escaños que los nacionalistas (27).
Los jeltzales son optimistas y confían en un acuerdo en el plazo previsto y en el consiguiente aval de las Cortes Generales con la actual relación de fuerzas a una propuesta legal que se someta posteriormente a la ratificación del pueblo vasco.
PNV y PSE se remiten a los trabajos de la ponencia parlamentaria y confían en lograr un acuerdo que "refleje la pluralidad" y en el quepan todas las sensibilidades políticas.
EH Bildu quiere que el debate se afronte desde una posición "de igual a igual" con el Estado y desde la "ventana de oportunidad" que, a su juicio, abrió el presidente, Pedro Sánchez, al hablar de la plurinacionalidad del Estado.
Con toda seguridad, en el pleno de investidura del próximo jueves día 20 de junio tanto Pradales como Otxandiano, confrontarán sus propuestas y definirán sus posturas en este ámbito, pero previsiblemente los primeros pasos no se darán hasta septiembre.