Los grupos socialdemócrata, liberal y de los Verdes en el Parlamento Europeo se mostraron este domingo dispuestos a unirse a una coalición de corte proeuropeo con el Partido Popular Europeo (PPE) si éste no hace concesiones a los grupos ultraconservador (Conservadores y Reformistas) y de extrema derecha (Identidad y Democracia).
En comparecencias tras conocerse la primera proyección del próximo Parlamento Europeo, basada en sondeos y encuestas a pie de urna, los portavoces políticos de los tres grupos se abrieron a la posibilidad de revalidar una mayoría similar a la que ha sostenido la legislatura que ahora concluye.
El vicepresidente del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo, el portugués Pedro Marques, subrayó que el resultado apunta "claramente" a una mayoría democrática proeuropea e incidió en que su grupo será clave para asegurar que se consiga reeditar dicha mayoría.
"Podemos construir una mayoría democrática proeuropea, a favor del Estado de derecho, y por eso lucharemos en los próximos meses. Intentarlo no sólo está en nuestras manos. Queremos (que no haya) ambigüedad respecto a la extrema derecha", dijo Marques, que subrayó que, más allá de las políticas, su condición para apoyar al candidato del PPE a la Comisión Europea será descartar alianzas con estos grupos ultraconservador y de extrema derecha.
También la cabeza de lista de los liberales europeos, la francesa Valérie Hayer, reivindicó que su familia política será necesaria para poder mantener una mayoría proeuropea en el Parlamento Europeo, pese a que los primeros sondeos apuntan a que perderían un quinto de sus representantes.
En un comunicado, Hayer defendió que "sólo se puede construir una Europa más fuerte en un mundo cambiante desde el centro político", al tiempo que señaló que los liberales de Renovar Europa están listos para contribuir a formar una coalición proeuropea si se tienen en cuenta sus "ambiciones".
Durante la campaña, el grupo liberal europeo ya había rechazado cooperar con los grupos ultraconservador y de extrema derecha y, de hecho, debatirán en los próximos días si expulsar a su partido neerlandés por llegar a un pacto de gobierno con la extrema derecha.
"Mi llamada a los conservadores, socialdemócratas y liberales es: podríais tener la mayoría entre vosotros tres, pero si buscáis estabilidad y políticas responsables en los próximos cinco años, probar los diferentes sabores de la extrema derecha no puede ser una opción", dijo por su parte el presidente de los Verdes/Alianza Libre Europea, el belga Philippe Lamberts.
Lamberts calificó de "decepcionantes" los resultados de la formación -que obtendría 53 escaños, 18 menos que en la actual legislatura y pasaría de ser la cuarta a la sexta fuerza- pero aseguró que el grupo "está listo para asumir sus responsabilidades" e insistió en que "más que nunca, las fuerzas democráticas tienen que estar unidas".
En este sentido, el presidente de los Verdes/ALE no descartó que el grupo vaya a apoyar a la candidata del PPE, Ursula von der Leyen, si es nominada para repetir como presidenta de la Comisión Europea, algo que en 2019 no hicieron.
"Lo que será central para nosotros será ampliar el Pacto Verde y reforzar la democracia en la UE. Espero que si el Consejo (Europeo) propone a Von der Leyen para un segundo mandato esto esté en el centro de lo que quiera lograr. Pero tendremos que ver compromisos para que podamos apoyarla", dijo.
Por el contrario, la vicepresidenta los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Assita Kanko, grupo que aglutina formaciones ultraconservadoras y euroescépticas, instó a configurar una mayoría de "centroderecha" y a poner el foco en políticas relacionadas con la seguridad y la defensa o la migración.
No obstante, prefirió no contestar a la pregunta de si su grupo intentará sumar a sus filas a los eurodiputados de Fidesz, partido del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que fueron expulsados del PPE hace tres años.
El eurodiputado belga Marc Botenga, del grupo La Izquierda, mostró preocupación por el "avance significativo de la extrema derecha en diferentes países europeos y probablemente también dentro de este Parlamento", y lo achacó a las políticas de austeridad que han causado "frustración" e "ira" entre los europeos.
"Si no tomamos en serio esta ira que se ha expresado, y no desde hoy, sino desde hace años, perderemos esta batalla" frente a la extrema derecha, advirtió, y aseguró que "una alternativa disruptiva a la izquierda es posible y necesaria".