El Juzgado de la Social Número 13 de Málaga ha dictado recientemente una sentencia en la que estima parcialmente la demanda interpuesta por una trabajadora de Ikea (Gloria.T. M.), representante sindical en el comité de empresa, en la que acuerda "la nulidad de la sanción" que se le había impuesto y que ahora deja sin efecto.
El tribunal condena además a Ikea "al pago de los salarios que hubieran dejado de abonarse en cumplimiento de la sanción, así como a abonar a la demandante la cantidad de 7.500 euros en concepto de daños y perjuicios".
Según relató la propia implciada a Viva Málaga, el conflicto viene de lejos y arranca desde que en 2020 se presenta a las elecciones sidnciales, hasta ser elegida como representnate de las y los trabajadores en mayo de 2022, para, solo un mes después, recibir una sanción, que consideraba infundada, por lo que procedió a su denuncia. Tras intentar celebrar acto de conciliación, al que no se presentó la empresa, la cuestión acabó en los tribunales y se ha resuelto favorablemente para ella, aunque cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
La representante sindical indicó también, en tono irónico, que ante la situación reada Ikea parece "hacerse la sueca" y relató a este periódico que tras 15 años en la empresa, se ha sentido "presionada y perseguida" a raíz de optar a las elecciones sindicales, durante las cuales asegura, "también se presionó a componentes de mi candidatura".
A juicio del sindicato CGT, la Sentencia del Juzgado de lo Social nº 13 de Málaga es "tajante y clara", al tiempo que aseguran que "evidencia las practicas represivas de IKEA contra la Delegada de CGT en el Comité de Empresa", para llegar al extremo de que "condena a la empresa a indemnizar a la compañera por haber vulnerado la empresa al menos tres artículos de la constitución española", y que el fallo cita el 14, el 24.1 y el 28.1 de la Constitución Española.
Desde el sindicato han advertido de que "CGT va a seguir con más fuerza que nunca intentando hacer valer los derechos básicos de las personas trabajadoras de IKEA y poniendo todos los recursos y medios a nuestro alcance para que la democracia laboral llegue a este centro de trabajo", quiern, aseguran, "elimina la 'manu militari', la precariedad y los abusos laborales de unos gestores de mediopelo que solo conocen el empleo de la fuerza y niegan la negociación, el entendimiento y el buen desarrollo de las relaciones laborales".