Los familiares de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años fallecida el miércoles en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador, aseguraron ayer que el asesinato ha sido obra de su marido, “que contrató a un sicario para que la matase”.
Juan Antonio Cortés y Pedro Lucas, hermano y tío de la víctima, respectivamente, han manifestado a Efe que sospechan del marido, un ciudadano colombiano que emigró a España en 2001.
Han explicado que Irene y su pareja tenían problemas desde que ella mantuvo una relación con otro hombre mientras él estuvo en prisión, “y desde entonces le juró venganza y poco a poco, ha logrado llevársela engañada a Colombia, donde ha pagado a un sicario para que la mate”.
El tío ha insistido en que el marido “ha logrado llevársela a Colombia engañada, con la excusa de visitar a su padre enfermo y ver los carnavales, pero ella no quería ir porque había escuchado de mí, que he vivido cinco años allí, lo que ocurre en esa tierra”.
Lucas ha señalado que la noche antes de salir de viaje, el marido le quitó a Irene 2.000 euros, “un dinero que ha empleado para pagarse un pasaporte falso, puesto que estaba en libertad condicional, y contratar a un sicario”.
“Cómo se entiende que una mujer le dé un bolso a un atracador y éste, encima le quite la vida”, se ha preguntado el tío, que considera que el marido ha actuado pensando que ahora puede volver a España y encontrarse con sus hijos y un negocio, “pero él sabe de sobra lo que ha hecho y nosotros no somos tontos”.
Con respecto a los trámites de repatriación, el hermano ha declarado que están en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y que el proceso puede demorarse ocho o diez días.