Para muchos una necesidad, para algunos un sueño: comprar un auto es un hito importante en la vida, pero tomar las decisiones correctas nunca es fácil. En un momento económicamente no muy próspero, es fundamental adoptar algunas estrategias que pueden marcar la diferencia tanto en el momento de la compra como en términos de gestión. Una, indispensable, está estrechamente relacionada con la cada vez mayor presencia del mercado automotriz en la web y, en particular, concierne a las partes de vehículos usadas. Gracias a plataformas como Ovoko, de hecho, comprar una pieza de repuesto usada es muy fácil y seguro: con su amplio catálogo que incluye también recambions Nissan, Mercedes, Citroen, Toyota y todas las demás marcas automotrices, y su servicio de calidad, Ovoko es un recurso importante para encontrar oportunidades de ahorro. Pero, ¿cuáles son las otras buenas prácticas para la compra de un auto? En este artículo profundizamos en el tema.
Planificar es obligatorio, hoy más que nunca
La historia reciente del sector automotriz ha sido bastante tumultuosa: la pandemia primero y la crisis de los semiconductores después han ralentizado de manera significativa la producción, mientras que el aumento del costo de las materias primas y la necesidad de acelerar la transición hacia lo eléctrico han impulsado los precios hacia arriba, poniendo en dificultades incluso a los consumidores. Con el aumento de los precios y las tasas de interés en los préstamos, comprar un auto y mantenerlo no es sencillo, ya que es un compromiso que se extiende a lo largo de varios años. Una planificación cuidadosa de todos los pasos necesarios para completar la compra de un auto, a la luz de todo esto, se vuelve fundamental para evitar que tener uno se convierta en una carga.
Cosas que saber sobre el préstamo
Para comprar un auto, casi siempre se necesita un préstamo. En este caso, una de las primeras reflexiones que hacer concierne a la sostenibilidad misma de los pagos mensuales, además del monto total del préstamo que se puede liquidar posteriormente. Normalmente, se recomienda mantener el pago mensual del préstamo por debajo del 10% del salario neto, mientras que en cuanto a la duración, hay que hacer una distinción entre auto usado y auto nuevo. Cuando se elige un automóvil de segunda mano, el plazo del préstamo no debería superar los treinta y seis meses, es decir, tres años, mientras que para un vehículo nuevo se sugiere no superar los sesenta meses, es decir, cinco años. Limitar el plazo del préstamo, de hecho, también significa ahorrar en intereses, evitando el riesgo de tener que pagar mucho más del valor del auto.
Aprobación del préstamo
A la luz de lo visto en el párrafo anterior, otro consejo para los consumidores es obtener una aprobación preliminar del préstamo incluso antes de visitar a los concesionarios. La ventaja estratégica es considerable, ya que esto puede traducirse en una mejor posición en la negociación. Para los consumidores que nunca han solicitado un préstamo o nunca han obtenido préstamos para un auto, presentar una solicitud con un codeudor podría ser una buena idea para poder obtener una tasa de interés más baja y contener el gasto total. Buenas alternativas son los préstamos de instituciones con programas específicos para los primeros compradores o aquellos de bancos quizás ya conocidos, con los que se tiene una relación bastante consolidada.
Calcular cuidadosamente los costos de gestión
El gasto en un automóvil no se agota con la compra. Su gestión, además del mantenimiento ordinario y extraordinario, tiene un costo que incluye combustible, seguro e impuestos. Por este motivo, una de las mejores estrategias para la compra de un automóvil es realizar un cálculo preciso del costo total y establecer un presupuesto realista. En general, el costo total de posesión del vehículo, incluido también el préstamo eventual, no debería superar el 20% del salario neto. Naturalmente, otros cuidados de todos modos pueden reducir el costo total de gestión: una conducción segura y buenas prácticas, por ejemplo, pueden requerir menos intervenciones de mantenimiento.
Realizar una prueba de manejo
Un paso fundamental después de elegir el auto es la prueba en carretera, el llamado test drive. Dado que el auto debería acompañar al conductor durante varios años, es importante no subestimar algunos aspectos como la posición de manejo y la visibilidad para garantizar una conducción plenamente práctica y cómoda. Tener alguna duda ya durante el test drive puede ser una señal de alerta y sugerir la necesidad de orientarse hacia otros modelos. En otras palabras, especialmente cuando se trata de automóviles, la prisa es mala consejera: es mejor tomarse todo el tiempo necesario para hacer la elección correcta.
Evaluar cuidadosamente las necesidades y hábitos de manejo
Para tomar realmente la decisión correcta, es fundamental reflexionar sobre los propios hábitos de manejo. La inclinación hacia viajes largos, la conducción urbana o en condiciones más difíciles son los primeros criterios de evaluación, pero igualmente importantes son las reflexiones sobre las funcionalidades necesarias en cuanto a entretenimiento e información y la asistencia a la conducción, así como sobre el consumo de combustible, también a la luz de las nuevas regulaciones sobre emisiones y circulación para acelerar la transición hacia lo eléctrico. Entre gasolina y diésel, por ejemplo, la elección no siempre es fácil: los segundos pueden ayudar a ahorrar, pero el mantenimiento tiende a ser más costoso. Además, no subestimes los pequeños utilitarios: fáciles de conducir y estacionar, especialmente en entornos urbanos muy transitados, representan una buena elección también en términos de consumo y bajos costos de mantenimiento.
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