Estos colectivos han deplorado que la Autoridad Portuaria sevillana les haya marginado respecto a una iniciativa que han calificado de “faraónica” e “insostenible” y que, en su opinión, amenaza la supervivencia de municipios y de sectores económicos claves del Bajo Guadalquivir.
Por ello, han urgido a que las autoridades paralicen, aunque sea de forma cautelar, este dragado, que pretende aumentar el calado del estuario del Guadalquivir a ocho metros de profundidad para permitir la navegación de barcos de hasta 300 metros de eslora.
Los portavoces de estos colectivos han citado el estudio sobre el estuario realizado por el CSIC, cuya recomendación básica es que este frágil ecosistema se gestione de manera integrada e integral, y han espetado que en dicho modelo no caben “actuaciones unilaterales” como el dragado.
El portavoz de los arroceros del Guadalquivir, Julián Borja, ha denunciado que no se les ha tenido en cuenta en este proyecto “nefasto”, ha proclamado que “el río es de todos” y ha advertido a las autoridades de que “se aten los machos” si aprueban una iniciativa que acabará con el arrozal más productivo de España (300.000 toneladas al año) ya que aumentará la ya extrema salinidad de estas aguas.
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