El nuevo sistema marca un paso importante para fortalecer sus capacidades defensivas
Corea del Sur anunció este sábado que ha completado el desarrollo de su misil tierra-aire de largo alcance L-SAM, un sistema para interceptar proyectiles, en el que marca un paso importante para fortalecer sus capacidades defensivas.
El L-SAM está diseñado para derribar objetivos entrantes a una altitud de entre 50 y 60 kilómetros y fue evaluado recientemente como apto para el combate al cumplir los requisitos técnicos del ejército, informó la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD).
Con el desarrollo ya completo, se espera que la producción del L-SAM comience el próximo año, con vistas a su entrada en funcionamiento en 2028, según detalles recogidos por la agencia local de noticias Yonhap.
El L-SAM se integrará con otros escudos antimisiles de los que ya dispone Corea del Sur, que cuenta con misiles tierra-aire de medio alcance o el sistema PAC-3, con un rango de intercepción más bajo.
Para objetivos a mayores altitudes, Seúl ha confiado hasta ahora en el sistema THAAD (Defensa de Área de Gran Altura Terminal, por sus siglas en inglés) que las tropas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur operan desde 2017 en el territorio y que puede interceptar proyectiles a una altitud de entre 40 y 150 kilómetros.
El ejército está además desarrollando actualmente una versión Block-II del L-SAM diseñada para intercepciones a altitudes superiores a la actual.
Corea del Sur aprobó el desarrollo del L-SAM en respuesta al continuo desarrollo de proyectiles por parte de Corea del Norte, que en años recientes ha aumentado el volumen de sus test de proyectiles cada vez más difíciles de detectar e interceptar, incluidos misiles hipersónicos.