Su 'fuga' de los Cayos Cochinos saltándose el perímetro de seguridad del reality y permaneciendo desaparecido durante más de 3 horas, poniendo en riesgo su integridad física ya que la isla es peligrosa más allá de los límites que establece la organización, provocaban este martes la expulsión fulminante de Ángel Cristo Jr. de 'Supervivientes 2024' por motivos disciplinarios.
El que semana tras semana confirmaba su candidatura a la victoria con el apoyo incondicional del público terminaba la aventura de la peor manera posible; antes de tiempo y por la puerta de atrás. Sin embargo, parece que no se arrepiente en absoluto, y así lo ha dejado entrever con su actitud a su regreso a España en la madrugada de este viernes.
Tranquilo, con la cabeza bien alta y sonriendo en algunos momentos, el hijo de Bárbara Rey se ha mostrado impasible a su llegada a Madrid tridente en mano -un recuerdo que se ha traido de Honduras y que le acompañó durante toda la aventura cual Dios Poseidón- y sobrellevando con tranquilidad la expectación mediática que se ha encontrado en el aeropuerto de Barajas.
Rodeado de varias cámaras, fotógrafos y reporteros, Ángel se ha mostrado reticente en un principio a ponerse los auriculares que le ofrecía la persona de la organización que le esperaba, pero finalmente ha 'cedido' y ha comenzado el show. El novio de Ana Herminia Illas ha cambiado imperturbable por la terminal ignorando las preguntas de la prensa sobre su paso por el reality, su discusión con Aurah y su expulsión disciplinaria por saltarse las normas.
En un momento dado, para dar algo de humor al asunto, el hijo de la vedette no ha dudado en vacilar a la prensa y, sonriente -aunque no demasiado porque su gesto ha sido más bien desafiante e impasible- se ha dedicado a pegar acelerones y frenazos, apretando el paso y parándose de repente para volver loca a la prensa, arrancando las risas de todos.
Sin separarse de su tridente, Ángel tampoco ha revelado si tiene ganas de ver a Ana Herminia ni se ha pronunciado sobre las últimas declaraciones de Bárbara, que ha asegurado que no le ha sorprendido la actitud que su hijo ha tenido en la isla y ha dejado claro que su demanda contra él sigue adelante.
Indiferente a todo lo que se ha dicho sobre él en los últimos días, Ángel ha abierto un paquete de una conocida marca de galletas y se ha comido una como si nada antes de subirse al coche que le esperaba haciendo malabarismos para llevarse su tridente con él.