El Gobierno de facto de los talibanes expresó este lunes sus condolencias por la muerte en un accidente de helicóptero del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, quien formó parte de un Gobierno determinado a construir buenas relaciones con los fundamentalistas a pesar de incidentes ocasionales.
"El presidente de la República Islámica de Irán y el ministro de Exteriores (Hosein Amir Abdolahian) han perdido sus vidas en un accidente de helicóptero. Lamentamos este terrible incidente y ofrecemos nuestras condolencias a sus familias, la nación, y el Gobierno", afirmó el viceprimer ministro de asuntos políticos, Abdul Kabir, en un comunicado.
Kabir añadió que el Gobierno de los talibanes "se solidariza con su hermano y amigo, la República Islámica de Irán, en estos momentos de duelo".
Las muertes de Raisí y Abdolahian, y junto con las del resto de los tripulantes, se confirmaron este lunes tras estrellarse un día antes el helicóptero en el que viajaban, en una zona montañosa de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental.
Bajo el mando de Raisí, que llegó al poder en 2021 y era uno de los favoritos para suceder al líder supremo iraní, Ali Jameneí, Teheran se convirtió en uno de los pocos países interesados en mejorar las relaciones bilaterales con los talibanes cuando éstos se hicieron con el poder en Afganistán ese mismo año.
Estos países vecinos comparten una porosa frontera de casi 950 kilómetros, y han tenido algunos roces desde 2021.
El pasado mayo intercambiaron disparos a través de sus fronteras, en un incidente en el que murieron tres personas y del que se acusaron mutuamente. También mantienen un pleito por los derechos de Irán sobre el agua del río Helmand, que discurre entre ambos países.
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