Que un cañaílla reciba una distinción de Oro es suficiente motivo para que en el manicomio nos volvamos un poco más locos, pero esta vez de pura alegría. No conformes con tener cerca la Tacita de Plata, siempre suspiramos por el Oro, y nos encanta subir hasta lo más alto del pódium, aunque nos caigamos de cabeza.
Es que este jueves pasado nuestro paisano Juan Manuel García de Lomas Mier ha recibido la insignia de ACUICULTOR DE ORO, concedida por la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR), que ha valorado toda su trayectoria. La distinción fue entregada en Madrid por Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, en presencia de su familia y compañeros de CTAQUA y amigos llegados desde toda Andalucía.
¿Se había enterado usted de esto? El que conozca a Juan Manuel se tiene que alegrar por fuerza. Es sencillo, afable, atento, trabajador, perseverante… Este loco lo sabe, y además está al tanto de los comentarios de sus compañeros de trabajo; todos, sin excepción, lo valoran como grandísima persona y con un corazón enorme, destacando que ha sido el mejor maestro que han podido tener, tanto en lo profesional como en lo personal.
Juan Manuel se ha tirado casi 40 años trabajando por darle brillo a esa riqueza que posee La Isla bajo sus caños y esteros, aunque desgraciadamente aquí somos de frágil memoria y nos olvidamos fácilmente de los que luchan por sacar a flote nuestro enorme potencial marino. Aquí nos dedicamos a otras pamplinas guays del Paraguay y dejamos a un lado a gente como Juan Manuel, que, más que sudar, empapó la camiseta en lo que constituye la esencia de lo que podría ser, y todavía no es, el futuro de La Isla: los cultivos marinos.
Ya ha llovido desde aquellos lejanos tiempos en que trabajó en los criaderos y granjas de engorde de la Empresa Cupimar. Con él no pudo ni el bajón económico de 2008, que se llevó por delante la financiación necesaria para sus proyectos, ni la maldita pandemia que hizo lo posible para frenarlos.
Juan Manuel ha sido Director Gerente del Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA) y promotor de su creación y fundación; en él ha trabajado desde sus inicios en 2007 (17 años) para contribuir al crecimiento del sector acuícola. Formó a multitud de alumnos en los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior del I.E.S. Sancti Petri de nuestra Isla en la especialidad de Cultivos Marinos, en el CPIFP Marítimo Zaporito, y en el Máster de Pescas y Acuicultura (Acuipesca) de la Universidad de Cádiz como coordinador del módulo de comercialización.
Licenciado en Ciencias Biológicas, fue artífice del impulso de la Asociación de Empresas de Acuicultura Marina de Andalucía (ASEMA) y promotor de la Organización de Productores de Piscicultura Marina de Andalucía (OPP-56), de referencia nacional e internacional. Además, dirigió el proyecto de la construcción del edificio del centro donde actualmente trabajan más de 25 profesionales especializados en los sectores de la acuicultura y los alimentos del mar. Ha sido un líder incansable y un indudable motor del sector acuícola. ¿Qué más queremos? ¿Queremos más? Ya le digo, otro loco, orgullo de la Cofradía Gastronómica Isleña Los Esteros, de la que es socio siempre dispuesto a colaborar.
No pretendo seguir enumerando todo lo que ha hecho Juan Manuel, que ha sido mucho, sino tocarle unas palmitas, aunque el eco se quede rebotando entre las cuatro paredes de este manicomio.
Por todo lo dicho, el Loco de la Salina aplaude la concesión de esa insignia de Oro tan merecida, deseándole a Juan Manuel larga vida, una jubilación feliz y un agradecimiento sincero por colocar a La Isla en lo más alto. Que no decaiga.
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