Los tres españoles asesinados en un ataque en la ciudad de Bamiyán, capital de la provincia homónima de Afganistán, pertenecían a un grupo de 13 turistas que llegaron desde Kabul el día anterior para visitar uno de los principales centros turísticos del país asiático hasta la llegada de los talibanes.
"Los 13 turistas vinieron de Kabul el día pasado y fueron atacados en el bazar de la ciudad de Bamiyán por hombres armados desconocidos", dijo este sábado a EFE el director de Información y Cultura provincial, Safiullah Rayed.
El ataque tuvo lugar alrededor de las 18:00 hora local (14:30 GMT) del viernes, y se cobró la vida de tres turistas españoles y un afgano, mientras que otras siete personas resultaron heridas,
uno de ellos de nacionalidad española.
Rayed precisó que el grupo de turistas "fue atacado cuando se encontraba dentro de un vehículo" mientras visitaba la ciudad.
Entre los fallecidos figuran dos mujeres y dos hombres.
El portavoz del Ministerio del Interior del régimen talibán, Abdul Matin Qani, indicó que cuatro de los heridos son extranjeros. Medios afganos los identificaron como ciudadanos de Noruega, Australia, Lituania y España.
Los talibanes siguen investigando este sábado el ataque, que según Qani fue perpetrado por varios individuos sin identificar que abrieron fuego, sin que se conozcan los motivos.
El Gobierno talibán informó ayer que había arrestado a cuatro personas implicadas en el atentado, pero aseguró que continuarían hasta encontrar y castigar al resto de responsables.
Por el momento, ninguna organización insurgente o terrorista ha reivindicado la autoría de este ataque, si bien el grupo yihadista Estado Islámico, convertido en el principal rival de los talibanes desde la retirada de las tropas internacionales, ha reclamado la autoría de casi la totalidad de los ataques cometidos desde que los talibanes asumieron el poder en agosto de 2021.
La ciudad de Bamiyán, a unos 130 kilómetros de Kabul, en el valle de Bamiyán, es una de las principales localidades turísticas del país, como patrimonio de la Humanidad de la Unesco, aunque desde el ascenso de los talibanes al poder en agosto la visita de extranjeros ha caídos a mínimos.