Un total de 13 médicos especialistas en dermatología de 10 nacionalidades se han desplazado a Mozambique para combatir el cáncer de piel entre la población con albinismo. La cuarta expedición organizada por ISDIN, laboratorio líder en fotoprotección y dermatología, y la Fundación África Directo, ha atendido cerca de mil pacientes y ha realizado 146 cirugías de lesiones precancerosas y cánceres de piel, lo que supone un 50% más respecto a las realizadas en la última expedición de octubre del año pasado.
“Creo que es muy gratificante para cualquier persona, y sobre todo para uno como médico, saber que efectivamente estamos salvando vidas, porque no solo es detección y educación, sino que es evitar esta progresión tumoral que podría llegar a un desenlace fatal”, explica Sebastián Andreani, dermatólogo chileno becado por ISDIN, como publica Servimedia.
Las personas con albinismo en Mozambique tienen un riesgo extremadamente alto de desarrollar cáncer de piel, agravado por la elevada radiación solar y la falta de medidas de protección, y el 98% mueren antes de los 40 años, la mayoría debido a este tipo de cánceres. Según explica la Dra. Yvette Rosario, dermatóloga peruana también becada por ISDIN, “Es muy duro, porque vemos pacientes muy jóvenes, niños e incluso bebés, que ya tienen lesiones precancerosas o cánceres de piel, por esto tratamos de poner nuestro granito de arena para ayudar a esta población, de hecho, lo hacemos y participamos siendo agentes de cambio en esta labor.”
La expedición, que ha durado diez días, se ha desplazado a diferentes lugares como el Hospital Central de Maputo, el Hospital provincial de Xai-Xai y el Hospital Central de Beira. Además de las cirugías, los profesionales han realizado revisiones cutáneas y tratamientos como la crioterapia, así como acciones de sensibilización entre la población local con albinismo, con el fin de concienciar sobre los riesgos de la exposición solar y la importancia de la fotoprotección.
“Muchos no saben que el problema es el sol”, asegura la doctora Cristina Abellaneda, dermatóloga española que ha colaborado en el proyecto de ISDIN. Tras tratar con pacientes en Mozambique, explica que se ha encontrado casos de personas que “no comen pescado ni marisco porque piensan que es lo que les provoca cáncer cutáneo”. Para Abellaneda, darles información es clave y ofrecerles fotoprotectores “les va a cambiar la vida y, a algunos, se las va a salvar”.
Desde que comenzó el proyecto, en octubre de 2022, se han enviado 40 dermatólogos de 10 nacionalidades que han atendido a más de 1.500 pacientes y han realizado más de 427 intervenciones quirúrgicas. Estas cifras tienen un altísimo impacto en el país africano, ya que solo dispone de 20 dermatólogos para atender a una población de más de 32 millones de habitantes.
El proyecto de ISDIN también incluye la donación anual de más de 80.000 fotoprotectores, lo que permite que más de 3.500 personas con albinismo dispongan de este tipo de productos que de otra forma les serían inalcanzables por su elevado precio. Así lo explica Ubu, que necesita fotoprotección para él y su hijo, ya que los dos sufren albinismo: “un protector solar en Naymban, que es donde yo vivo, cuesta de media 1.500 meticais, que son dos tercios del salario mínimo y entre comprar protector solar y arroz naturalmente un padre va a preferir comprar arroz”.
ESTIGMA
Más allá de los problemas de salud relacionados con la exposición solar, las personas con albinismo sufren discriminación y graves violaciones de derechos humanos, incluyendo mutilaciones y asesinatos. Esto se debe a que son vistos por parte de la sociedad como fruto de maldiciones o castigos divinos.
Asha Manshati lo vivió en primera persona cuando dio a luz a su hijo con albinismo: “cuando tuve el parto, los médicos no me dejaban ver al bebé y me dijeron que si quería me lo cambiaban”. Según explica Manshati, ella se plantó y considera a su hijo como “un regalo de dios”, pero asegura que esto no es habitual y que “muchas madres acostumbran a abandonarlos”.
La difícil situación que viven las personas con albinismo en Mozambique hace que proyectos como el de ISDIN y la Fundación África Directo sean imprescindibles y que el trabajo de los dermatólogos voluntarios cambie la vida de miles de pacientes, pero también la suya propia. Andrés Casassas, dermatólogo chileno becado por ISDIN, afirma que cuando ve “la alegría y el agradecimiento de los pacientes, se le olvidan todas las dificultades” y asegura que vuelve a casa con un enriquecimiento que describe como “alimento para el alma”.
También su compañero de misión, el dermatólogo mexicano, Diego Pérez Rojas, considera que “la expedición ha sido muy enriquecedora, espero que hagamos un cambio cultural y que trascienda cada vez más la misión de ISDIN y de Africa Directo para todos estos pacientes que se encuentran en la posición más vulnerable que existe”.
El objetivo global del proyecto de ISDIN en Mozambique va más allá de las expediciones y busca establecer un programa de formación para médicos locales que garantice la sostenibilidad y continuidad de la atención especializada, con la esperanza de que, en el futuro, este tipo de intervenciones externas ya no sean necesarias.
Pero, además de este proyecto, ISDIN lidera múltiples iniciativas para combatir el cáncer de piel. Una muestra es que, durante casi 30 años, el laboratorio ha concienciado a más de 7 millones de niños y niñas de cerca de 10.000 escuelas para que conozcan los riesgos de la radiación solar y cómo protegerse de ella. La compañía también creó en 2022 el International School of Derma (ISD), una escuela para profesionales de la dermatología, que contribuye activamente al estudio y divulgación de conocimiento relacionado con la salud de la piel.