Ya sabemos que el ser humano desde sus inicios siempre ha necesitado moverse. Ese impulso de ir un poco más allá, esa forma de evolucionar. Desde siempre, el ser humano ha estado en constante desplazamiento, herencia de sus ancestros. Pero con el tiempo, hemos evolucionado hacia un estilo de vida más estático, dejando atrás la necesidad de recorrer largas distancias diariamente.
En resumen, nuestros pasos han disminuido considerablemente. Somos nuevos seres sedentarios.
La máxima de movimiento es vida se tambalea pese a los intentos de cambio en las sociedades modernas.
Con todo este nuevo paradigma y este cambio drástico de pensamiento surge la duda: ¿Nos ha llevado a creer que no caminamos lo suficiente para mantenernos saludables? Y si es así, qué se necesita para lograrlo.
Algunos teorías y estudios pusieron hacen bastante tiempo
una cifra encima de la mesa: 10.000 pasos. Cifra mágica que no daría la juventud eterna, pero sí una buena dinámica para afrontar nuestro paso vital por este mundo. Pues con este razonamiento, un estudio reciente sugiere que tal vez estemos cumpliendo con una rutina adecuada y que la cantidad de pasos que damos al día es la apropiada. Según el análisis más exhaustivo hasta la fecha, publicado en la revista
European Journal of Preventive Cardiology,
se necesitan dar 3.967 pasos diarios para disminuir el riesgo de muerte por cualquier causa y
2.337 pasos para evitar riesgos asociados a enfermedades cardiovasculares. La nueva base en la que nos debemos basar como mínimo para cimentar nuestro bienestar físico.
Obviamente, es el principio, ya que más pasos equivalen a mayores beneficios para la salud. Este estudio, que
analizó a 226.889 individuos en 17 investigaciones distintas, ha cuantificado la máxima de movimiento es vida.
Específicamente,
cada mil pasos adicionales reducen un 15% el riesgo de enfermedades en general, y cada 500 pasos disminuyen un 7% el riesgo de padecimientos cardíacos y vasculares. Además, se ha descubierto que caminar 20.000 pasos diarios incrementa aún más estos beneficios, sin encontrar un límite superior, aunque esto podría cambiar con el tiempo.
Maciej Banach, profesor de Cardiología en la Universidad Médica de Lodz en Polonia y líder del equipo de investigación, lo resume así: “Nuestro estudio confirma que más pasos significan mejor salud”. Destaca que este patrón se mantiene en hombres y mujeres, sin importar la edad o el clima de la región donde residan. “Nuestro análisis muestra que con solo 4.000 pasos diarios se reduce significativamente el riesgo de muerte por cualquier motivo, y se necesitan incluso menos para prevenir enfermedades cardiovasculares”, explica el experto, desmintiendo así uno de esos mitos arraigados en la cultura popular.