Caja Madrid vota mañana aplazar el pago de 25 millones en bonus a directivos

El consejo de administración de Caja Madrid votará mañana el retraso del pago de 25 millones en bonus a la alta dirección.

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El consejo de administración de Caja Madrid votará mañana el retraso del pago de 25 millones en bonus a la alta dirección hasta que la entidad devuelva el préstamo de dinero público recibido por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Asimismo, a propuesta de la comisión de retribuciones de la caja presidida desde hace un año por Rodrigo Rato, el consejo aprobará la eliminación del plan de incentivos creado para el comité de dirección en 2007, cuando Miguel Blesa era el máximo ejecutivo de la institución.

La principal intención es que el pago del que se beneficiarán diez directivos al cumplir 65 años se aplace hasta que el banco creado por Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades devuelva el préstamo de 4.465 millones, lo que por ley puede dilatarse hasta siete años.

El principal perjudicado del retraso es Carlos Martínez, ex consejero delegado de la Corporación Cibeles, que aglutina las participaciones financieras de Caja Madrid, por ser el miembro del comité de mayor edad y el primero que tendría que cobrar.

Pero la lista incluye al ex presidente de la entidad Miguel Blesa, quien cumple 65 años en agosto de 2012 y es el mayor beneficiario por su cargo; y a directivos como Ricardo Morado, Mariano Pérez Claver, Ildefonso Sánchez Barcoj, Juan Astorqui, Rafael Spottorno, Matías Amat, Carmen Contreras y Ramón Ferraz.

De todos ellos, sólo continúan en "puestos claves" de Caja Madrid: Sánchez Barcoj, como director financiero, y Matías Amat, como director general de negocio.

Según explicaron a Efe fuentes del consejo, los incentivos a largo plazo eran una forma de "fidelizar" al comité de dirección con una remuneración adicional al llegar a la jubilación y que se articulaba mediante una póliza de seguros.

Esa póliza fijaba el "bonus" en función de los resultados de la entidad y del cumplimiento de los objetivos del plan estratégico 2007-2010.

Más de una década después de la llegada de Blesa en 1996 y de que la caja triplicara su tamaño, el comité de dirección decidió proponer un plan de incentivos, que el consejo de administración aprobó en 2007.

En aquel entonces, el consejo estaba compuesto por 21 miembros, de los que 12 aún permanecen y mañana, junto con los que entraron con Rato como presidente, tendrán que aprobar la desaparición del sistema de incentivos y el aplazamiento del pago de los 25 millones.

Esta cantidad habría sido mayor si la caja no hubiera reducido sus resultados en los últimos años desde los más de 2.800 que ganó en 2007 gracias a las plusvalías por la venta de su participación en Endesa, hasta 256 millones en 2010.

En cuanto a la no renovación del plan de incentivos, las mismas fuentes explicaron que es "lo más lógico" en una época de crisis en la que la caja ha creado junto a otras seis el primer banco de España por volumen de negocio, y tiene como objetivo reducir al máximo sus costes para devolver la ayuda pública recibida.

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