Pletórica y "en una nube". Así ha regresado este martes a España Ana Herminia tras su romántica boda por el rito garífuna con Ángel Cristo Jr. en 'Supervivientes'. Un 'sí quiero' que está dando mucho que hablar y en el que hubo una sonada ausencia, Bárbara Rey, que a pesar de no tener relación con su hijo desde hace meses no ha dudado en desearle lo mejor.
Eso sí, con un punto de ironía al afirmar que ya tenía "la mantilla" preparada, ya que se rumorea que no soportaría a la pareja de Ángel, a la que acusaría de haber manipulado al joven y de ser la causante de la ruptura familiar y de la demoledora entrevista que su hijo dio en '¡De Viernes!' contra ella, acusándola de haber convertido su infancia en una pesadilla.
Haciendo oídos sordos a las declaraciones de Bárbara, Ana Herminia ha disparado contra su suegra y su 'cuñada' a las que ha definido como "estrella" y "estrellita"; y aunque ha evitado mandarles un mensaje conciliador, ha dejado la puerta abierta a una futura reconciliación siempre y cuando Ángel -que es el importante como ha dejado claro- esté dispuesto.
"He vivido mi boda con toda la emoción del mundo y a nosotros nos da igual lo que digan y lo que hablen. Lo que me importa es lo que nosotros dos sentimos y ya está. Ángel es mi vida entera y él lo sabe. Nosotros sabemos lo que tenemos y eso es lo que nos importa" ha confesado la venezolana a su llegada al aeropuerto de Madrid Barajas, cansada pero radiante tras haberse casado con el que asegura que es el hombre de su vida. "Vengo de helicópteros, viajes, vuelos y sin dormir, con la espalda reventada porque dormí en la isla. Bueno, no dormimos. No hicimos el amor, delante de toda España es amar" ha revelado con picardía.
Una boda en la que Bárbara ha visto paralelismos con la suya con Ángel Cristo, llegando a asegurar que el velo que llevó la novia era prácticamente igual al suyo. Algo que Ana Herminia ha aclarado que se trata de una simple coincidencia: "El vestido era una salida de baño mía y el velo del chino que me buscarían, le pegaron ahí mismo las flores y todo fue casualidad". "Para nada ha estado el vestido de Bárbara presente, para nada. La verdad que fue casualidades de la vida" ha añadido.
Y como reconoce, lo único que le faltó en su boda fue "mi familia", dejando entrever que en ningún momento echó de menos a la de Ángel, al que afirma que ha visto "fuerte" a pesar de que le han hecho "muchísimo daño y espero que todo eso salga a la luz porque no es justo lo que le han hecho. No se lo merece".
"De Bárbara no voy a hablar. Ellas no quieren que yo hable y yo no pienso hablar de ninguna de las dos. Es una pena, pero bueno" ha añadido, asegurando que "jamás" ha puesto trabas para un acercamiento entre Bárbara y su hijo. "Cuando yo decido dar la entrevista y hablar era para que llegara ese perdón. Y si ella lo malinterpreta como que yo quiero ir por otro lado, pues está equivocada. Yo no soy así". "Bárbara es la madre de mi marido, una persona que me dio en su momento mucho cariño. Es la madre y seguirá siendo la madre" reconoce, sin cerrar la puerta a una posible reconciliación: "Yo soy una persona que no me gusta tener malos rollos. Yo tenía una vida con mi hija, de tranquilidad, de paz, de felicidad. ¿Merece la pena por Ángel? Pues sí la merece. Pero esto a mí no me gusta. Este odio, tantas cosas que piensan que uno va a 'Supervivientes' ahí a sentarte. Yo trabajo ocho horas diarias y después me tengo que ir ahí a estar seis horas. Y es insoportable y sin cobrar nada. Y que piensen lo que les dé la gana" sentencia.
Respecto a los que la acusan de manipular a Ángel, Ana Herminia afirma que "Bárbara y Sofía saben muy bien lo que Ángel ha vivido. Y ellas saben muy bien cómo son las cosas y como Ángel desde hace mucho tiempo quería hablar y no había hablado. Ya está, se cansó, porque fueron mil cosas en un periodo de tiempo que casual, por la mala suerte, me tocaron a mí, pues yo me quedo con lo que él dijo el día de los votos y ya está".
"A mí me da igual lo que quieran decir de mí, yo sé lo que soy, si yo quisiera tele ya estaría en la tele, si yo hubiese querido un reality ya me hubiese ido a Supervivientes y hubiese ido por la cara como han ido otros. Pero no lo hago, yo estoy defendiendo a mi novio en plató, obviamente lo voy a defender sin cobrar ni un duro, entonces no me da la gana, que se me dé bien la televisión, ¿qué quieren? Que sea una altanera y que no hable bien, no tenga educación, que hable bien y que tenga interés pues ese es el problema de las personas, no es problema mío, yo soy así" se defiende.
A pesar de que ha repetido en varias ocasiones que no quiere hablar ni de la madre ni de la hermana de su pareja "porque es absurdo", Ana no ha dudado en definir a Bárbara como "una artistaza, elegante, guapa" antes e lanzarle un sonoro zasca: "A María García la quería mucho. A Bárbara Rey, la verdad que... a mí insultos, yo nunca le he insultado a ella. Yo no voy a hablar de verdad, yo vengo en una nube con lo bonito que viví y ya está, yo no..." ha confesado.
"A Bárbara no tengo que decirle absolutamente nada porque a mí no me insulta quien quiere, sino quien puede. Y a mí no me vacía nadie. Ella es una estrella y Sofía una estrellita, pero jamás con malas intenciones. Yo no soy así. Y ellas lo saben" ha sentenciado.
Sin embargo, no cierra la puerta a tener una conversación con ellas y así lo ha dejado claro: "Las que se pelearon fueron ellas conmigo. Las que me bloquearon fueron ellas a mí. Y ya después cuando yo no quiero saber nada del tema, porque duelen muchas cosas, pues ya está. Yo soy una persona que siempre busca tener paz y tranquilidad".