Los ceniceros de los bingos se enfrían con la Ley Antitabaco

El viejo chiste de “estás más quemado que el cenicero de un bingo” ha dejado de tener sentido con la Ley Antitabaco. Como el resto de los espacios públicos cerrados, los bingos ya no tienen ceniceros atestados de colillas, ni siquiera ceniceros y, debido a esta circunstancia, cada vez menos negocio. Así lo asegura el gerente de la Asociación Andaluza de Empresarios de Bingo, Rafael Domínguez, que cifra en un 30 por ciento el descenso de las ventas con respecto a enero de 2010. Estas mismas pérdidas son las que constata tener el Bingo Tenis en Huelva capital, según su gerente, Eugenio Bolango: “La gente no aguanta sin fumar y permanece mucho menos tiempo en la sala, con la consiguiente pérdida de ingresos”. Y es que Rafael Domínguez calcula que el 70 por ciento de los clientes de los bingos son fumadores que, cuando salen a fumar no vuelven a entrar para no pasar de nuevo por el registro de entrada obligatorio en este tipo de establecimientos. El problema se extiende a los 60 bingos que hay en Andalucía y a los seis de la provincia de Huelva -tres de ellos en la capital-, incluso en Lepe ha cerrado uno por esta situación, según detalla Domínguez, ya que a este 30% hay que añadir un 15% menos de ventas por culpa de la crisis, lo que se traduce en un 45% menos de negocio que hace dos años. Ante ello, los propietarios de los bingos estudian medidas judiciales contra la Administración para intentar recuperar la inversión de las mamparas que separaban a los fumadores de los que no lo son y mantienen contactos con los sectores de hostelería y discotecas para pedir una vuelta atrás de la ley. Barajan, además, acogerse a los clubes de fumadores. Todo para que vuelva a tener vigencia el viejo chiste y con él vengan también los beneficios.

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