Junto a una huerta y a pie del camino y después de la calle, aparecía este monolito con la cruz, sobre la que existen numerosas leyendas, aunque la más comentada es la de un crimen pasional.
Sin embargo, la sorpresa ha saltado entre los vecinos y asiduos de la zona, que han visto cómo se ha levantado una valla perimetral, que ha dejado a la cruz en el interior, apartándola del dominio público. El temor ahora es que este monolito, que lleva décadas en el mismo lugar y que ha resistido incluso a los impactos de vehículos que se accidentaban al tomar la curva de la Casería, desaparezca algún día.
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