Laura Matamoros ya es una más en Honduras. La influencer ha salido del ostracismo en los Cayos Cochinos convertirá en concursante de pleno derecho tras haber sido la participante repescada. Y como no hay dos sin tres, Laura se ha lanzado desde el helicóptero pasando a los anales de la historia del programa como la protagonista del salto de mayor altura de esta edición. Doce metros así lo avalan.
Su llegada a la competición oficial ha comenzado con una dedicatoria en la que su familia se ha llevado los honores, empezando por su madre por quien ha dicho que tiene sus valores, a su padre "por supuesto", a sus hermanos, entre ellos a su hermana Anita y a ella misma: "Me merezco lo mejor después de todo esto", ha dicho antes de tirarse al agua.
Una vez en tierra firme, y tras la bienvenida de Laura Madrueño, Laura Matamoros se ha encaminado a la palapa. Lo ha hecho sin poder contener la emoción y con la sensación de estar viviendo la primera vez allí. Siete años después, la concursante ha pisado de nuevo el lugar donde minutos más tarde se ha reencontrado con dos de sus puntos fuertes: Miri, su 'cuenta pendiente', y Kiko Jiménez, su inseparable compañero en playa Limbo, durante las primeras semanas de reality.
Precisamente con Miri ha tenido su primer enfrentamiento de esta nueva etapa de Laura Matamoros como concursante oficial. Viejas conocidas -Miri es amiga de Anita Matamoros-, las dos se han visto cara a cara en la palapa donde Laura le ha manifestado lo que piensa sobre su participación basándose, principalmente, en lo que le han ido contando los compañeros expulsados. Un aperitivo de lo que está por llegar, considerando que una vez reunida con el resto de supervivientes, Laura Matamoros ha decidido unirse al equipo de Playa Condena, donde está el grupo formado por, entre otros, Miri y Ángel Cristo.
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