Los especialistas presentaron un cuadricóptero universal que puede portar distintos tipos de munición y operar en condiciones de visibilidad casi nula
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció hoy la creación de un centro de diseño y producción de drones de asalto, aspecto en el que Ucrania ha hecho mucho daño en la retaguardia rusa.
"El centro unirá las diferentes empresas, laboratorios y departamentos de diseño que se dedican al desarrollo y producción de armamento avanzado", dijo Shoigú durante una visita a un polígono militar en la región de Moscú.
Shoigú pudo supervisar el funcionamiento de drones con una carga útil de entre 10 y 200 kilogramos, y cuyas piezas son todas de fabricación nacional, lo que facilita su rápida producción en serie.
En concreto, los especialistas presentaron al ministro un cuadricóptero universal que puede portar distintos tipos de munición y operar en condiciones de visibilidad casi nula, y cuyo fácil manejo sólo requiere para sus operadores dos semanas de instrucción.
Para empezar, la compañía está dispuesta a producir 30 de esas unidades al mes en caso de recibir el visto bueno del Ministerio de Defensa.
Precisamente, el presidente ruso, Vladímir Putin, lleva muchos meses insistiendo en la necesidad de acelerar la producción de aparatos no tripulados para su empleo en la campaña militar en Ucrania, donde Moscú ha utilizado mayormente Shahed importados de Irán.
Las defensas antiaéreas rusas derribaron durante la madrugada medio centenar de drones enemigos en ocho regiones rusas, incluido la que rodea la capital, Moscú, según un comunicado castrense.
La mitad de esos drones tuvieron como objetivo la región fronteriza de Bélgorod, la más golpeada desde el inicio de la contienda y donde otras dos personas murieron.
Los gobernadores de las regiones de Smolensk, Briansk y Kaluga informaron de que los ataques ucranianos provocaron incendios en un depósito de combustible y en la infraestructura energética.
Desde el primer año de guerra Ucrania ha logrado golpear diferentes objetivos militares y energéticos en la anexionada península de Crimea, otros territorios ocupados y las regiones de la parte europea de Rusia con drones aéreos y navales de producción propia.