No pudo ser. A pesar de sus esperanzas de continuar en 'Supervivientes 2024' hasta el final, Kike Calleja se ha convertido en el tercer expulsado definitivo de esta edición tras una semana conviviendo en 'Playa Limbo' con Laura Matamoros y Kiko Jiménez.
Aunque contaba con que la audiencia le pudiese conocer realmente y quitarse la imagen preconcebida que existe sobre él, su fiel apoyo a Carmen Borrego y su 'servilismo' con la hija de María Teresa Campos le han pasado factura y muchos apuntan a que es el motivo principal de su expulsión.
De regreso en España, Kike ha hecho oídos sordos a las críticas y ha evitado comentar qué le parece que le hayan llamado 'kikerdomo' y 'cuidador de geriátrico' por su relación con la hermana de Terelu durante su paso por los Cayos Cochinos. Al igual que el resto de sus compañeros cuando aterrizan en Madrid tras varias semanas aislados completamente de la realidad, el periodista se ha puesto unos auriculares de gran tamaño para no escuchar las preguntas de Europa Press y ha intentado aparentar indiferencia a los comentarios sobre su concurso.
Bronceado y visiblemente más delgado, Kike ha evitado pronunciarse sobre qué tipo de persona es Ángel Cristo Jr -con el que protagonizó varios enfrentamientos- y si es lo peor que se lleva del reality, y tampoco se ha defendido de los que le acusan de haber hecho la 'pelota' a Borrego.
Muy amigo de la familia Campos, el reportero estaba en Honduras cuando el hijo de Carmen, José María Almoguera, y su todavía mujer, Paola Olmedo, dieron una exclusiva con demoledores ataques a la tertuliana. Un asunto sobre el que Kike ha preferido no decir nada, manteniéndose al margen y dejando en el aire si él era conocedor de la mala relación entre Borrego y su hijo.