El sector chocolatero se enfrenta a una grave crisis a causa del espectacular
precio del cacao, que ha experimentado un ascenso meteórico en los mercados internacionales,
cuadruplicando su valor en tan solo doce meses. Este incremento récord se ha dado en la antesala de la Semana Santa, con los precios enfilándose hacia los 10.000 dólares por tonelada, colocando al cacao en una posición más cotizada que el cobre y desatando una
alerta máxima en la industria del chocolate ante la creciente crisis de suministro desde África occidental.
La velocidad de esta subida ha dejado perplejos a los analistas, con contratos que
han subido más del 50% solo este mes, lo que supone un crecimiento del 400% en comparación con el año pasado. Este espectacular aumento se debe a las
malas cosechas causadas por condiciones climáticas adversas y enfermedades que han afectado a los cultivos en las principales regiones productoras de cacao.
Según publica La Información, la falta de suministros está poniendo contra las cuerdas a los fabricantes de chocolate, quienes se ven obligados a buscar desesperadamente más materia prima para contener los costos de producción y evitar un impacto negativo en las ventas. Este contexto ha provocado un incremento en el precio de productos derivados, como los
huevos de Pascua, que ya están notando el efecto del aumento del año pasado. Algunas marcas están optando por reducir el tamaño de sus productos o explorar recetas que utilicen menos cacao para suavizar el impacto de los costos elevados.
A pesar de que algunos indicadores técnicos apuntan a que el cacao se encuentra en un territorio de sobrecompra, los precios siguen escalando. Expertos como Diana Gomes, de Bloomberg Intelligence, advierten que
"el chocolate podría ser aún más caro en la Pascua de 2025" si las adversidades climáticas y las enfermedades de los cultivos se prolongan, agudizando el déficit de cacao en un contexto de precios altos del azúcar.
Curiosamente, a pesar de la escalada en los precios, los
especuladores parecen estar retirándose del mercado, lo que indica una disminución en el interés abierto y en las posiciones alcistas netas. Este fenómeno sugiere que los compradores físicos pueden estar detrás del reciente incremento de precios, más que los inversores de mercado.
La industria enfrenta un futuro incierto, con potenciales complicaciones adicionales derivadas de las nuevas normativas de la Unión Europea, diseñadas para prevenir la venta de productos que contribuyan a la deforestación. La atención se centra ahora en la próxima
cosecha intermedia de África Occidental, que es crucial para el abastecimiento global de cacao.
Informes recientes indican que algunas plantas de procesamiento en Costa de Marfil y Ghana han tenido que detener o reducir su actividad debido a la incapacidad de adquirir granos a precios asequibles. Esta situación ha provocado un estado de alarma en el mercado, exacerbando la preocupación por una crisis de suministro más profunda.
Las cifras son preocupantes: Costa de Marfil ha registrado una disminución del 29% en las toneladas de cacao enviadas a puertos en comparación con el año pasado, y se espera que la cosecha media caiga un 33%. La
Organización Internacional del Cacao (ICCO) prevé un déficit mundial significativo para la temporada 2023/24, lo que podría resultar en una oferta mundial reducida casi en un 11%.