Como cada año, el actor y productor viaja a Málaga para participar en los actos de la preparación de Semana Santa. Como devoto de la cofradía de la María Santísima de Lágrimas y Favores, acudía en la mañana del Domingo de Ramos a la Parroquia de San Juan Bautista para participar en la ceremonia y mudanza del trono de Sagrada Titular María Santísima de Lágrimas y Favores. Con lo que no contaba es con la suspensión de la procesión debido a las lluvias.
La Cofradía celebró la ceremonia del Domingo de Ramos como todos los años. Antonio Banderas saludaba a los allí presentes, ya vestido para la ocasión y acompañado de su inseparable pareja, Nicole Kimpel. Cogidos de la mano, esperaban pacientemente a que diera comienzo la ceremonia. Agarrados por los hombros, la pareja se movía al ritmo de la orquesta y entonaban, junto al resto de los allí presentes, el Himno Lágrimas de San Juan.
A pesar de tener todo preparado, los allí presentes lloraban desconsolados al conocer la cancelación de la procesión a escasos minutos de celebrarse. El actor consolaba abrazando a las más jóvenes, recodándoles que hay muchas más celebraciones en esta época en la que podrían participar. Pudimos preguntarle cómo se sentía al respecto y nos confirmó que estaba de acuerdo con la decisión que se había tomado: "Cuando viene así, hay que aceptar lo que manda en este caso el cielo y creo que se ha tomado la decisión absolutamente correcta por parte de la cofradía, es lo que tocaba este año".
Además, comentaba que cuando el tiempo no permite la salida, no queda otra que aceptarlo ya que "en la vida, la Semana Santa es una metáfora de la vida, a veces tocan las lágrimas y a veces los favores, este año nos han tocado las lágrimas". En cuanto a su pareja, Nicole Kimpel, que le acompañaba, nos confesaba que "está totalmente integrada". Sin duda alguna, su pareja ya es una más de la cofradía y participa como el resto en los ritos.